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Dos imputados por presunta comercialización de droga fueron sobreseídos y otros dos condenados únicamente por el delito de “tenencia simple de estupefacientes” por una investigación que se realizó en Río Gallegos en el 2023.
La investigación, que dio inicio el 14 de julio de 2023, se originó a partir de testimonios extraídos de una causa previa, que revelaron la existencia de mensajes públicos en la red social Telegram destinados a la compraventa de sustancias ilícitas en la capital de Santa Cruz. Los ojos de la División Narcocriminalidad de la Policía de Santa Cruz se posaron sobre grupos como “RG ESTA ACTIVO” y “FisureoDeTo“, donde usuarios con alias como “Randa $$” y “420” ofrecían distintos tipos de drogas.
Ante esta situación, el Ministerio Público Fiscal activó la figura del “Agente Revelador“. Un efectivo policial fue facultado para infiltrarse en estos círculos virtuales, simular interés en la adquisición de estupefacientes y concretar operaciones de compra, con el objetivo de identificar a los responsables y reunir pruebas.
La Fiscalía Federal activó la figura de Agente Revelador para dar con los acusados.
Así, el agente encubierto logró coordinar varios encuentros, meticulosamente documentados en los partes de inteligencia judicial, donde se fijaban lugares, horarios, cantidades y precios para las transacciones. Las sustancias obtenidas en estos “pasamanos” fueron sometidas a narcotest, arrojando resultados positivos para cannabis sativa, clorhidrato de cocaína y éxtasis.
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes consultadas, se pudo saber que, a partir de estas operaciones encubiertas, la investigación se centró en cuatro individuos: PJ Alaniz González, G Valenciano, D Alvarado y S Ojeda. Las acusaciones iniciales eran graves: comercialización de estupefacientes en concurso real con tenencia con fines de comercialización.
“Tengo la rica se fuma nada de webada avisen” o “activo con ella la fumadora la probas así ves que te llevas. Legal legal. No llevo a domi” fueron solo algunas de las frases que se decían en los grupos y que fueron dichas por algunos de los acusados.
En la casa de Analiz González hallaron 4 pastillas de éxtasis, 36,6 gramos de marihuana y 25 troqueles de LSD. En la de Valenciano encontraron 10,5 gramos de cannabis sativa y 9,5 gramos de clorhidrato de cocaína. En los restantes domicilios, no mucho más que unos restos de drogas que darían cuenta de un consumo personal.
La causa llegó a juicio y la fiscal Patricia Kloster entendió que la prueba no era suficiente para condenar a los acusados por comercialización y que, solamente, se podría sentenciar a aquellos en los que se encontró restos significativos de las sustancias.
En un debate abreviado, Valenciano y Alaniz González reconocieron la tenencia y recibieron la pena de un año de prisión en suspenso. En tantos, los otros secuaces fueron sobreseídos por falta de pruebas.
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