Your browser doesn’t support HTML5 audio
La rutina de un patrullaje preventivo en plena madrugada terminó derivando en la identificación de un hombre que tenía una orden de captura vigente por una causa de hurto en grado de tentativa. El procedimiento ocurrió en Río Gallegos durante las primeras horas del jueves y puso en evidencia, una vez más, la importancia del trabajo territorial que realizan las fuerzas de seguridad en los horarios de menor circulación.
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes consultadas, se pudo saber que todo ocurrió alrededor de las 3.42, cuando un móvil policial realizaba un recorrido habitual por la intersección de la avenida Gregores y la calle Fernando Diego García, una zona cercana a una concesionaria automotriz. Allí, los efectivos observaron la presencia de un individuo que deambulaba sin un propósito claro. Al ser consultado sobre el motivo por el cual se encontraba en el lugar, el hombre indicó que estaba esperando a su pareja, aunque no pudo aportar mayores precisiones sobre su presencia a esa hora y en ese punto de la ciudad.
Ante esa respuesta ambigua, y siguiendo los protocolos vigentes para la prevención del delito, el personal procedió a verificar la identidad del sujeto a través del sistema de la Dirección General de Policía en función Judicial. Según pudo saber este diario, la consulta reveló que pesaba sobre él un pedido de captura emitido en septiembre de este año, en el marco de un expediente vinculado a un hurto en grado de tentativa, lo que motivó la intervención inmediata de los agentes.
De acuerdo con el parte policial, la orden judicial figuraba como activa y formalmente registrada, por lo que se estableció comunicación con la autoridad de turno del Juzgado de Instrucción. Desde allí se dispuso que el individuo fuera trasladado a la dependencia policial para avanzar con los procedimientos legales correspondientes. El paso inmediato fue su notificación formal, una instancia indispensable para regularizar su situación procesal y para que la Justicia pueda continuar con las actuaciones previstas.
Ya en la comisaría, se cumplimentaron todos los trámites de rigor y se le ordenó fijar domicilio, requisito que quedó asentado en el expediente. Luego de ello, el hombre recuperó la libertad y se retiró de la unidad policial, aunque permanece a disposición del Juzgado que lleva adelante la causa.
Leé más notas de La Opinión Austral
Compartir esta noticia
Dejanos tu comentario