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La Justicia y la Policía de Santa Cruz trabajan a contrarreloj para determinar, fehacientemente las circunstancias en las que un hombre terminó con gravísimas lesiones, tras caer de una altura considerable desde uno de los monoblocks de los 400 Departamentos de Río Gallegos.

Me las van a pagar” fue lo último que dijo Alan Márquez, un camillero del Hospital Regional antes de ser inducido al coma y ésta fue la primera alerta para los investigadores y la jueza Marcela Quintana para presuponer que se habría tratado de un intento de homicidio.

De acuerdo a la información recabada por La Opinión Austral, a través de diversas fuentes consultadas de la Policía, de la Justicia y testimonios del círculo íntimo de la víctima, se pudo saber que todo ocurrió cerca de las dos de la mañana en el monoblock 11 de los 400 Departamentos. Allí, por circunstancias que son materia de investigación, Márquez terminó cayendo.

Si bien en un primer momento se decía que habría caído por una ventana, ahora la posibilidad más certera es que fue en uno de los puentes que conectan los monoblocks, donde Márquez terminó en el suelo de un patio interno del barrio.

 El lugar donde cayó Alan Márquez. (FOTO: JUAN PALACIOS/LA OPINIÓN AUSTRAL) El lugar donde cayó Alan Márquez. (FOTO: JUAN PALACIOS/LA OPINIÓN AUSTRAL)
El lugar donde cayó Alan Márquez. (FOTO: JUAN PALACIOS/LA OPINIÓN AUSTRAL)

La frase dicha por Alan antes del coma alimentó la sospecha del intento de homicidio. Por eso, el personal de la Comisaría Segunda y de la División de Investigaciones (DDI) está trabajando desde que se conoció el caso para establecer los momentos previos a la caída.

No se descarta que se haya tratado de un accidente. Igualmente, hay versiones que dicen que, antes de la caída, Márquez estaba reunido con compañeros de trabajo y algunos vecinos que habían subido historias a Instagram donde se lo podía ver. “Después borraron todo” aseveró una vecina, algo que daría cuenta de, al menos, el contexto en el que estaba el camillero.

Este diario pudo saber que Alan tiene un antecedente por un hecho similar que se registró el año pasado, cuando había sido golpeado y dejado en un contenedor de la capital de Santa Cruz.

Por otro lado, agentes de la División de Investigaciones (DDI) se encuentra en búsqueda de cámaras de seguridad de la zona que podrían haber registrado el momento de la caída pero sin éxito. Algunas no enfocan al lugar y otras no muestran un enfrentamiento, pelea o algún movimiento sospechoso.

Lo cierto es que, hasta entrada la noche del domingo, el Juzgado de Instrucción de turno este mes, subrogado por Marcela Quintana, no emitió ninguna orden de detención contra algún sospechoso y la carátula continúa siendo “s/investiga” es decir, sin certezas para determinar si se trató de un intento de homicidio

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