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La tranquilidad de la noche se vio interrumpida por un llamado de urgencia que movilizó a los bomberos hacia una vivienda ubicada en la calle Alvear al 900, en pleno corazón de la capital santacruceña. Eran las 23:52 cuando la División Cuartel Dos recibió el aviso desde el Cuartel Central: un foco ígneo amenazaba con convertirse en incendio en una zona residencial de alta densidad.

De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes consultadas, en pocos minutos, un móvil con dotación completa llegó al lugar y los efectivos constataron que el fuego se encontraba contenido en el exterior de la vivienda. Se trataba de residuos que ardían aún con intensidad suficiente como para poner en riesgo la estructura de la casa. A pesar de que el incendio no alcanzó el interior, la cercanía de las llamas a una de las paredes laterales ya había comenzado a generar un incremento de temperatura preocupante, dejando marcas visibles y poniendo en evidencia la fragilidad de una situación que pudo haber sido mucho peor.

El propietario del inmueble explicó que, horas antes, había realizado una quema de residuos en el patio trasero. Sin embargo, lo que parecía una práctica cotidiana y controlada derivó en un potencial desastre cuando las brasas incandescentes, no del todo apagadas, permanecieron activas y reavivaron el fuego con el correr de las horas. El viento, típico de las noches patagónicas, también habría influido en la expansión de las llamas hacia el sector próximo a la vivienda.

Frente a esta situación, el personal de Bomberos actuó con celeridad: desplegaron una línea devanadera, aplicaron técnicas de remoción y enfriamiento con herramientas específicas, y trabajaron durante varios minutos hasta asegurarse de que no quedaran focos secundarios ni riesgo de reactivación. Gracias a la intervención oportuna, no se registraron personas heridas ni pérdidas materiales significativas.

Además de la labor de los bomberos, se destacó la colaboración del personal de Servicios Públicos, quienes brindaron apoyo técnico en el lugar, y de efectivos de la Comisaría Cuarta, que se encargaron de resguardar la seguridad perimetral para evitar incidentes con vecinos curiosos o transeúntes.

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