Un joven fue sentenciado por la Justicia Federal de Río Gallegos pero, por el momento, no pisará una prisión ya que la condena quedó en suspenso.

Se trata de L. Bonancea, un hombre de 25 años, nacido en Villa Mercedes, San Luis pero que, desde un tiempo a esta parte, se encuentra viviendo en nuestra ciudad capital.

De acuerdo al fallo al que tuvo acceso La Opinión Austral, firmado por el juez Jorge Chávez, la genésis de ésta causa tuvo lugar en la madrugada del 17 de diciembre del 2017 en pleno centro de Río Gallegos, en un conocido complejo de departamentos de la avenida San Martín al 1200.

Allí llegó el personal de la Policía por una causa de daños, desconociendo que luego todo cambiaría a una causa de tenencia de estupefacientes con presuntos fines de comercialización.

Según pudo reconstruir este diario, fue una inquilina de ese complejo de departamentos quien requirió la presencia de las autoridades, tras escuchar a un grupo de jóvenes que estaba provocando destrozos en una de las moradas.

Cuando los efectivos llegaban, los malvivientes huían. Todos fueron interceptados en inmediaciones del Hospital Regional.

Cuando los policías regresaron dieron cuenta de una mochila en el departamento. En la misma encontraron una balanza digital, 70 gramos de marihuana y unos 25 de cocaína, balas calibre 32 y 22. Además de una balanza digital, una cámara que tenía fotos de Bonancea y su celular. Éstos últimos objetos fueron fundamentales para acreditar que la mochila era de él.

Bonancea estuvo detenido seis horas y luego recuperó su libertad. Esta semana se conoció la sentencia. Tras haber reconocido el hecho y hacerse cargo, le dieron dos años y medio de prisión en suspenso. El ahora condenado deberá fijar domicilio de manera periódica y abstenerse de cometer delitos en ese lapso de tiempo si no quiere perder el beneficio de la libertad.

Leé más notas de La Opinión Austral