Las fuerzas de seguridad debieron intervenir en un suceso que implicó dos hechos estrechamente relacionados, primero por la actitud que tomó un hombre en estado de ebriedad y luego por un menor que terminó con lesiones, tras haber sido mordido por un perro de una raza peligrosa.

Todo ocurrió en horas de la tarde noche del sábado en la periferia de Río Gallegos, cuando un vecino en estado de ebriedad tomó una botella de alcohol y se la estrelló contra su cabeza, produciéndose un corte medianamente profundo.

El primer hecho tuvo lugar en una casa del populoso barrio Madres a la Lucha, casi al final de la avenida Crucero General Belgrano. El hombre de 36 años había quedado mareado y una mujer que convive con él fue quien solicitó la presencia de los profesionales de la salud y de las fuerzas de seguridad por la sangre que brotaba de la frente.

En el caso intervino el personal del Comando de Patrullas, de la Comisaría Quinta y del Hospital Regional. Todo podría haber quedado ahí pero, lamentablemente, la presencia de los móviles oficiales alteraron a los perros de la zona.

La zona en la que ocurrió el suceso. (FOTO: MUNICIPIO)

Como se sabe, en la periferia de la ciudad capitalina hay un gran número de animales sueltos y esto genera más de un problema para toda la comunidad. En este caso, se vivió una situación de extrema peligrosidad cuando un can mordió a un menor de edad.

Reconstruyendo el caso, el segundo de los hechos tuvo como protagonista a un perro pitbull, que por las sirenas de los patrulleros, de las ambulancias y el movimiento de las personas se alteró. Además, los curiosos vecinos habían salido de sus moradas para ver qué estaba pasando.

En ese contexto, el perro vio a un nene de apenas cuatro años y lo mordió en su pierna izquierda. Todo se desmadró cuando la gente vio al animal, apenas un poco más bajo de estatura que el menor, atacándolo.

Según pudo saber este diario, el pitbull es propiedad del hombre que se había autolesionado. Tanto él como el menor fueron subidos a una unidad de traslado del Hospital Regional y fueron derivados al centro asistencial. Como dato, Daniel Cheuqueman del área de Bienestar Animal de la Municipalidad ya había llegado al lugar y acompañó a los heridos en la ambulancia.

En la continuidad de la causa, se supo que tanto el nene como el ebrio recibieron las curaciones correspondientes y a ambos les certificaron lesiones leves por la mordida del perro y por el corte de la botella, respectivamente. Luego se retiraron por sus propios medios.

La madre del menor de edad decidió instar la acción penal por las lesiones que sufrió su hijo. En ese sentido, en conjunto con la Policía y Bienestar Animal se inició la instrucción de la causa a la espera de novedades del Juzgado de Instrucción N° 3, de turno este mes, para sacar al can.

Alejandro Cheuqueman, a cargo del área de Bienestar Animal (FOTO: MUNICIPIO)

Cheuqueman habló con este diario y explicó: “Todo empezó porque los médicos no podían entrar por los perros, entonces ellos nos solicitaron colaboración a nosotros. Destacamos la actitud del recurso humano que prestó colaboración durante el operativo que se realizó un sábado, en un horario muy tarde en medio del receso”

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