La Policía de Santa Cruz debió interceder en un hecho, con el fin que no pase a mayores, cuando un grupo familiar volvió a su vivienda y vio que estaba siendo usurpada por una persona.

El extraño y curioso suceso tuvo lugar en una morada ubicada a metros de la avenida Gregores y de la Iglesia Sagrado Corazón de Jesús de nuestra ciudad capital, sobre la calle Valentin Alsina.

Todo tuvo lugar entre horas de la tarde y la noche del miércoles. No pasó desapercibido por los vecinos quienes, tras escuchar unos gritos y luego las sirenas de móviles policiales se acercaron a ver.

Cuando los agentes arribaron, dieron cuenta de lo que había pasado. Luego de entrevistarse con todos los involucrados, supieron que es lo que había pasado. De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, se pudo establecer que, desde un tiempo a esta parte, los propietarios legítimos se habían ido al norte del país y, cuando regresaron este miércoles, se llevaron la sorpresa.

Los propietarios entraron a la casa, sacaron todo aquello que no era suyo y lo dejaron en la vereda. Luego aparecería el “usurpador”, un hombre que luego reconoció que si, que estaba ocupando la vivienda ante la presencia de los agentes de la Comisaría Tercera que habían llegado a que la situación no termine de la peor manera.

En consecuencia, el ocupador de la morada tomó sus pertenencias y se fue hasta la casa que comparte con su padre en el barrio 366 Viviendas, a metros del lugar.

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