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La tranquilidad de la madrugada en Puerto Deseado se vio interrumpida por un hecho que, aunque no derivó en mayores consecuencias materiales, dejó al descubierto una modalidad delictiva cada vez más audaz en las localidades del interior de Santa Cruz. Todo comenzó alrededor de la 01:00 de la madrugada del jueves, cuando un comerciante local, mientras atendía su negocio ubicado sobre calle 12 de Octubre, encendió su vehículo particular con la intención de retirarse luego de concluir una venta. El auto, un Volkswagen Gol blanco, había quedado en marcha, estacionado frente al local.
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes consultadas, se pudo saber que, minutos después, al ingresar nuevamente para atender a una última clienta, el comerciante perdió de vista el rodado. Al salir, ya no estaba. La escena, digna de una película de suspenso, lo enfrentó con una de las situaciones más temidas por cualquier trabajador: el robo de su herramienta de movilidad, en una localidad donde el transporte público es escaso y la dependencia del vehículo particular, total.


De inmediato, el hecho fue reportado a la Comisaría de Puerto Deseado, que activó el protocolo habitual para estos casos. Se dio intervención a la División de Investigaciones (DDI), cuyo personal desplegó un operativo cerrojo que incluyó patrullajes preventivos por distintos sectores de la ciudad, con especial atención en los barrios periféricos y calles de escasa circulación nocturna.
El rodado fue encontrado por las autoridades cerca de la Escuela Primaria Provincial N°66.
Gracias a la coordinación entre las distintas unidades policiales, el vehículo fue localizado alrededor de las 04:00 de la madrugada, abandonado en las inmediaciones del Pasaje Viricat, una calle secundaria del barrio 82 Viviendas, ubicada detrás de la Escuela Primaria Provincial N° 66. Se trató de una maniobra clara para dificultar su hallazgo inmediato: el lugar elegido es una zona de escasa visibilidad, poco transitada durante la noche, y alejada del centro donde se cometió el ilícito.
En el sitio, trabajó personal del Gabinete Criminalístico, que realizó las pericias correspondientes para relevar posibles huellas, rastros o indicios que permitan reconstruir la secuencia delictiva. Uno de los datos más relevantes fue la constatación del faltante de la llave de ignición, lo que indica que quien o quienes cometieron el hurto podrían haber tenido experiencia o conocimientos en técnicas de robo de automóviles.
Por disposición del Juzgado de Instrucción interviniente, el vehículo fue restituido a su propietario mediante acta formal. Si bien el bien sustraído fue recuperado sin daños visibles, la preocupación entre los vecinos persiste. Las autoridades continúan en busca de los responsables del delito.
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