Un joven de 20 años fue detenido en Río Gallegos luego de robar en dos locales comerciales. El hecho ocurrió luego de las 18 horas de este viernes, en pleno centro de la capital de Santa Cruz. De acuerdo a fuentes policiales, el delincuente, acompañado por dos cómplices, ingresó a una tienda y sustrajo varias prendas de vestir. Más tarde, intentó llevarse dos buzos de una galería comercial, pero fue demorado.

Reina Zárate, una de las comerciantes afectadas, relató a La Opinión Austral los momentos previos al robo: “Justo salía por la puerta para ver si había gente y aparecieron dos muchachos”. La presencia de los jóvenes generó preocupación en ella y en otros testigos que se encontraban en la zona.

“Me pregunta por si las zapatillas en liquidación”, relató la dueña de uno de los locales. Los sospechosos intentaron distraerla con preguntas, aprovechando la confusión para perpetrar su acto ilícito.

Uno de los delincuentes permaneció fuera del establecimiento, aparentemente vigilando la situación mientras su cómplice cometía el robo. “El otro estaba afuera”, confirmó la dueña del negocio, señalando la coordinación entre los implicados.

“Mientras, me agarró dos buzos”, continuó su relato, destacando cómo los delincuentes aprovecharon su distracción para tomar prendas sin que se diera cuenta.

La galería céntrica donde ocurrió el robo. FOTOS: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL

“Yo no me di cuenta (…) salió el muchacho, me metí acá adentro y la chica de enfrente me dice seguro que te falta algo”, recordó la comerciante con angustia. La secuencia de eventos fue vertiginosa, y su percepción de que algo faltaba inmediatamente se confirmó.

La víctima narró cómo confrontó a los asaltantes cuando se dio cuenta del robo: “Salgo corriendo y le digo: me sacaste los buzos“. La tensión aumentó en el lugar cuando confrontó a los delincuentes y exigió la devolución de lo robado.

“Tenía una bolsa y me muestra que no. Se ve que se lo pasaron entre ellos”, lamentó la comerciante y señaló que el delincuente “avanzó diciendo que no los tenía, empezó a correr y los tiró en la calle”, detalló la víctima. La situación culminó en una persecución que terminó con la recuperación de los buzos, pero no sin dejar un impacto emocional y financiero en los afectados.

“Me afecta mucho porque nosotros hacemos mucho sacrificio. Con lo que vendo, repongo las prendas. La ropa es mi trabajo”, concluyó la comerciante, evidenciando las repercusiones del robo en su negocio.

 

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