La estadística se desprende del informe realizado por el Observatorio Vial de la Agencia Provincial de Seguridad Vial. Contempla rutas nacionales y provinciales y ejidos urbanos de toda la provincia de Santa Cruz. María Sanz contrastó los datos con los publicados por la ONG Luchemos por la Vida, que indicaba 94 muertos en la provincia durante 2017.

En la jornada de ayer tuvo lugar la 16° reunión del Consejo Provincial de Seguridad Vial de Santa Cruz, la cual se realizó en la localidad de Koluel Kaike. El órgano consultivo integra a todas las áreas competentes del Gobierno Provincial, municipios y comisiones de fomento, como así también fuerzas de seguridad y entes con injerencia en el tema.
En ese marco, la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV) presentó el informe realizado por el Observatorio Vial sobre la cantidad de siniestros viales con víctimas fatales ocurridos durante el año pasado, entre otras estadísticas.
El trabajo del ente oficial arrojó que durante 2017 falleció un total de 46 personas, en accidentes o incidentes viales, en toda la provincia de Santa Cruz. La cifra contempla los hechos que acontecieron en rutas nacionales y provinciales, así como también dentro de los ejidos urbanos de todas las localidades.
La titular de la APSV, María Sanz, brindó declaraciones a FM Dimensión, comentando que en 2017 se observó un incremento de víctimas fatales en hechos ocurridos dentro de las ciudades y una menor cantidad de fallecidos en zonas rurales o de ruta con respecto a los datos de 2016, que marcaron 47 muertos en siniestros viales.
“La función y la misión del Observatorio Vial es hacer un análisis técnico preciso de los datos que tenemos, que son oficiales y lo que realmente sucede en Santa Cruz. Tiene un respaldo informativo”, aseveró la funcionaria, ratificando que se trabajan con las estadísticas oficiales.
En ese aspecto, contrastó el informe que anualmente publica la asociación Luchemos por la Vida, que consignó en 94 los muertos en Santa Cruz durante 2017.
La ONG aclara que se trata de una “proyección de los datos habidos hasta el presente, aplicados al nuevo lapso e incluyendo fallecidos en el hecho o como consecuencia de él hasta dentro de los 30 días posteriores, según el criterio internacional más generalizado”, sostuvo.
Asimismo y sin polemizar, Sanz dijo que “un dato estadístico inventado o tirado con poca seriedad y sustento es hasta peligroso”, subrayando que más allá de los números que se informan todos los años, que ya exista una vida perdida significa “que hay que seguir trabajando para que no ocurran hechos que pueden ser evitados”.

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