1.095 días han pasado desde la desaparición de una vecina de Río Gallegos y, hasta el día de hoy, solo aparecieron las prendas de vestir que estaba usando aquella jornada.

Se trata del caso de Marcela López Frey, madre de cuatro hijos que continúan esperando que regrese a su casa, luego de haberla visto por última vez caminando por la costanera de nuestra ciudad capital, en una fría noche de otoño.

La causa es seguida por La Opinión Austral desde el minuto cero. Cuando los hijos de Marcela radicaron la denuncia en la Comisaría Sexta por la desaparición de su madre, una vez que una de ellas regresara a la casa y viera que -si bien las luces estaban prendidas- su mamá no estaba.

La ultima cámara que registró a Marcela yendo a la costanera. (FOTO: LA OPINIÓN AUSTRAL)

Tal como lo informó este diario, era la tarde noche del 22 de mayo. Las temperaturas en aquel entonces eran un poco más frías que las que se sintieron esta semana, tres años después. Marcela había salido de su casa con unas calzas negras, una campera del mismo color con detalles rojos y unas zapatillas que hacían juego.

En su casa de la calle Bouchard había quedado su auto con las puertas destrabadas. Dentro del mismo estaba la billetera con unos 20 mil pesos. Su celular no estaba. Marcela pasó a comprar unas mentitas a un kiosco cercano y se cruzó con una de sus hijas, que no la reconoció porque estaba con barbijo.

Al salir, la vecina pasó a saludar a una de sus nietas que esperaba en la camioneta mientras su mamá compraba. Una cámara de seguridad privada de la zona registró el camino de Marcela yendo por la calle Chiclana, apurando el paso casi trotando en dirección a la costanera.

Unos pescadores de la zona dijeron que ella los saludó y, luego de las averiguaciones, se supo que otro familiar de Marcela la vio caminando cerca del Monumento del Amor en la ría cerca de las siete de la tarde. Esta sería la última persona que vio a la vecina con vida.

Marcela López comprando mentitas esa jornada. (FOTO: LA OPINIÓN AUSTRAL)

No fue tras la denuncia que se hizo en la Comisaría Sexta que comenzaron las averiguaciones para dar con la mujer. Horas después, encontraron sus prendas prolijamente acomodadas cerca del muelle fiscal. “Mucha gente tiende a sacarse la ropa antes de quitarse la vida”, confió una fuente judicial abocada al caso a La Opinión Austral por aquellos días.

La causa de averiguación de paradero había recaído en las manos del Juzgado de Instrucción N° 2, por entonces a cargo de Valeria López Lestón, magistrado que en febrero del año pasado se jubiló. Para la Justicia se trató de un suicidio: que Marcela se despojó de sus prendas y se arrojó a las gélidas aguas de la costanera tomando la drástica decisión de quitarse la vida. Incluso se realizaron una serie de rastrillajes en toda la costa de la ría, de las que participaron las fuerzas de seguridad, vecinos preocupados y hasta el Ejército Argentino pero siempre con resultados negativos.

Se cree que las mareas habrían tenido que ver en la no aparición de la mujer ya que hubo un cambio brusco de las mismas por aquellos días expulsándola rápidamente al Mar Argentino.

Familiares de Marcela durante una de las manifestaciones. (FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL)

En el medio apareció el “peritrucho” Marcos Herrero, un adiestrador de canes que hizo que se pierda tiempo en la búsqueda desviando la línea investigativa a un presunto femicidio, acusando falsamente a personas que no tenían vínculo con el caso. Ya fue condenado por hechos similares en otras partes del país.

Las investigaciones están frenadas hasta tanto surja un nuevo indicio del paradero de la vecina. En caso que ocurra, se reiniciará la búsqueda. Con un sinfín de hipótesis en torno al destino final de la vecina, hay una pregunta que todavía se hace la comunidad de Río Gallegos: ¿Dónde está Marcela López?

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