Nahiara Soledad tenía apenas tres años cuando murió luego de sufrir un golpe muy fuerte con un rebenque que le partió su cabeza. Cuando fue el personal de salud a buscarla, encontró el cuerpo de la nena a un costado de la caja de una camioneta. Estaba tirada sobre un colchón. Soledad, o “la Sole”, como le decían, ya estaba muerta. Ocurrió el 7 de abril de 2020 en Las Mochas, un paraje alejado de Los Menucos en Río Negro.

Este viernes, su madre Valeria Miranda y Carlos Rubén Erbín, la pareja fueron encontrados culpables. En pocas horas de deliberación, los 12 vecinos de General Roca encargados de juzgar a los acusados llegaron a un veredicto unánime, declarando a Erbín culpable de femicidio y, a Miranda, responsable de abandono de persona seguido de muerte agravado por ser la madre de la víctima.

La niña sufrió durante varios meses un maltrato físico inconcebible. Los médicos forenses pudieron identificar 46 lesiones diferentes en su cuerpo. La Fiscalía logró probar que Erbín le causó la muerte al golpearla con un rebenque en la cabeza.

La defensa de la madre intentó atenuar su responsabilidad. Sin embargo, la Fiscalía despejó cualquier duda en el jurado. Durante el juicio, especialistas y testigos dieron cuenta de una situación de desprotección por parte de la acusada que comenzó antes de la violencia. Cuando la niña comenzó a sufrir maltrato físico, enfatizó la Fiscalía, tampoco hizo nada para protegerla, publicó La Mañana de Neuquén.Tras el fallo del jurado popular deberá realizarse un juicio de cesura para imponer las penas de prisión a los dos condenados. En el caso de Erbín, sentenciado por femicidio, solo cabe la prisión perpetua. En tanto que por Miranda, la defensa podría buscar atenuar el castigo.

Una vida de abandono

“Su vida no era una vida normal para una criatura de 3 años. Era una vida de desapegos, plagada de abandonos. Y la violencia física que sufría la describe su cuerpo. Soledad tenía 35 golpes en la parte delantera, y 11 lesiones más en su parte trasera. Lesiones en su cabeza, golpes en su rostro, rotura de los labios, cinco costillas fracturadas, una gran quemadura en la zona de los glúteos. También padecía alopecia, lastimaduras en las orejas y un una bronconeumonía sin tratamiento. Todo esto describe los castigos que recibía Soledad”, relataron los fiscales Santiago Márquez Gauna, Andrés Nelli y Georgina Amaro.

En efecto, uno de los primeros testigos en declarar, pudo acreditar las múltiples lesiones que tenía la nena en su cuerpo. Fue el médico que llegó hasta la vivienda, luego de recibir una llamada de auxilio al 911, y constató que la nena ya había muerto. “Se encontraba al costado de la caja de la camioneta. Tuvimos que tocar bocina para que salgan”, recordó.

Cuando vio a la nena, dijo que estaba inconsciente y ya no tenía pulso. Realizó maniobras de reanimación que no dieron resultados. Luego, examinó a la víctima. Comenzó a desvestirla y evidenció “muchísimas lesiones”.

“Desde la cabeza hasta las piernas. En el tórax, hematomas en la zona genital, otro en la zona frontal de la cara, excoriaciones en los pómulos, nariz, ojos. En ambos miembros superiores. En el brazo izquierdo tenía laceraciones desde el segundo al quinto dedo. Una herida profunda en una rodilla. Eran demasiadas las lesiones, pero no me consta cuál causó su muerte”, dijo.

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