Como si se tratara de un lobo con piel de cordero, muchas veces, agresores sexuales se disfrazan de salvadores para cometer aberrantes hechos, aprovechando el contexto de vulnerabilidad en el que se encuentran las potenciales víctimas.

Este es el caso de R. Gazzola, un hombre que, desde el año 2020, se encuentra detenido en una de las comisarías de Río Gallegos, quien está acusado de haberse hecho pasar por curandero y, en momentos de soledad con una menor de edad en un aparente ritual, abusó sexualmente de ella.

De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, todo salió a la luz hace dos años, pero los abusos se registraron más atrás en el tiempo. Fue gracias a una denuncia pública (escrache) contra Gazzolaque todo tomó estado público.

En un posteo de Facebook lo acusaron de haber abusado sexualmente de menores de edad, y en ese momento, luego de una conversación de una madre con su hija, fueron a realizar la denuncia correspondiente en la Comisaría de la Mujer de Río Gallegos.

Gazzola vivía en la calle Laprida. Gracias a la rápida intervención de la Justicia, se realizó un allanamiento en su morada donde se secuestraron elementos de interés para la causa.

Respecto del modus operandi de Gazzola, se pudo saber que él se desempeñaba como entrenador de menores en gimnasios de la localidad. En paralelo, se hacía pasar por curandero para aprovecharse de personas en estado de vulnerabilidad para hacer lugar a sus más oscuros y aberrantes deseos.

El “pseudo curandero” había captado a una mujer, se ganó su confianza y la convenció que debería “curarlas” mediante una extraña técnica. La vecina que estaba atravesando problemas familiares, accedió. Se trataba de una limpieza, el hombre pasaba un algodón con crema por las partes del cuerpo.

Primero comenzó con la mujer. El “ritual” sólo duró unos pocos minutos, “yo jamás sospeché porque a mí no me había tocado mis partes y tardó el mismo tiempo que conmigo” contó la madre. Gazzola había abusado de su hija.

Todo eso ocurrió hace ya años, pero no salió a la luz hasta hace poco cuando se hizo público el escrache contra Gazzola, la posterior denuncia y el procesamiento. Este viernes fue el juicio en la Cámara Oral, Gazzola dijo que era inocente, pero la Fiscalía a cargo de Iván Saldivia y la querella con Juan Botik, solicitaron la pena de 16 y 18 años respectivamente. La sentencia se conocerá cuando se cumplan los cinco días hábiles

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