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La justicia, tras años de impunidad, alcanzó a A.C., el padrastro acusado de violar sistemáticamente a una niña desde los 6 años en Santa Cruz. La víctima, que no soportó el dolor, se quitó la vida. Tras fugarse en 2022, el agresor fue detenido esta semana en Buenos Aires por la Federal, en un operativo que cerró una búsqueda interminable para una familia destrozada.

El horror que duró una década

De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, entre 2006 y 2016, en el silencio de un hogar disfrazado de normalidad en Santa Cruz, una niña vivió un infierno. A.C., pareja de su madre, abusó de ella sexualmente desde que tenía seis años. El miedo, la manipulación y la amenaza constante la obligaron a callar durante toda su infancia y adolescencia. Recién cuando su madre terminó la relación con el acusado, la joven —entonces de 16 años— logró hablar. La denuncia judicial encendió las alarmas, pero la lentitud del sistema y la fuga del agresor en 2022, durante una excarcelación, profundizaron su desesperación.

La tragedia que indigna

Pese a terapias y acompañamiento, el trauma fue insuperable. La joven, cuyo nombre se preserva por respeto a su memoria, no pudo cargar más con el peso de la impunidad. Decidió quitarse la vida, un acto desgarrador que dejó al descubierto las fallas de un sistema que no la protegió a tiempo. “Era una chica llena de sueños, pero él se los robó todos”, confió un familiar a las autoridades.

 AC escoltado por dos agentes federales. (FOTO: POLICÍA FEDERAL) AC escoltado por dos agentes federales. (FOTO: POLICÍA FEDERAL)
AC escoltado por dos agentes federales. (FOTO: POLICÍA FEDERAL)

De Santa Cruz a Villa Luro

La búsqueda del prófugo fue una prioridad para la División de Prófugos de la Policía Federal Argentina (PFA). Con datos cruzados de llamadas, movimientos financieros y rastreo en redes, dieron con su escondite: una casa en Villa Luro, barrio porteño de calles tranquilas donde A.C. intentó pasar desapercibido. El miércoles 4 de junio, agentes civiles lo siguieron hasta la calle Víctor Hugo y lo detuvieron sin resistencia. Tras confirmar su identidad, fue trasladado a la Alcaldía Madariaga, a la espera de su extradición a Santa Cruz.

La Justicia deberá resolver ahora el traslado del acusado para enfrentar el juicio por abuso sexual agravado. La fiscalía considera clave el testimonio póstumo de la víctima y las pruebas recolectadas antes de su muerte. Para la familia, la detención es un alivio tardío: “Esperamos que nunca más pueda destruir una vida”, dijeron.

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