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Este lunes, alrededor de las 9:30 de la mañana, una densa columna de humo comenzó a salir de una humilde vivienda de aproximadamente ocho metros cuadrados ubicada en la intersección de las calles 41 y 82, en la periferia oeste de Río Gallegos. El barrio 22 de Septiembre, como tantos otros sectores populares de la ciudad, es testigo del crecimiento urbano acelerado de la capital santacruceña, muchas veces sin la infraestructura adecuada para hacer frente a emergencias de este tipo.

De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes policiales consultadas, se pudo saber que el foco ígneo, originado de forma accidental por el contacto de material combustible con un anafe —aparato muy común en hogares de bajos recursos—, se propagó rápidamente dentro del reducido espacio, generando un riesgo inminente tanto para los ocupantes como para las viviendas aledañas.

Afortunadamente, la División Cuartel 24 de Bomberos de la Policía de la Provincia de Santa Cruz reaccionó con celeridad. A bordo de la autobomba 1118 y con cinco efectivos entrenados, el personal llegó al lugar en cuestión de minutos y desplegó una línea de ataque de 38 milímetros para contener y extinguir las llamas. La operación fue ejecutada con precisión quirúrgica: en menos de lo que dura un noticiero matutino, el fuego fue controlado y se evitó que el siniestro tomara mayores dimensiones.

Un móvil de Bomberos y el apoyo hídrico de la Municipalidad. (FOTO: POLICÍA SANTA CRUZ)

El trabajo de los bomberos no fue en soledad. Rápidamente se sumó la División Cuartel 19, que arribó con el móvil M-145 para brindar apoyo hídrico y de personal. La coordinación entre cuarteles, fue determinante para el éxito de la intervención.

Simultáneamente, una ambulancia del Hospital Regional de Río Gallegos acudió al lugar para brindar atención preventiva al propietario de la vivienda, quien afortunadamente pudo evacuar la casa por sus propios medios y no sufrió lesiones. La atención médica inmediata forma parte de un esquema integral de respuesta que incluye también a fuerzas de seguridad y asistencia municipal.

En este caso, la Comisaría Séptima desplegó personal en la zona para ordenar el tránsito y colaborar en la logística del operativo. Asimismo, el Servicio de Urgencias Municipales trabajó para contener la situación y asistir al damnificado, dejando en claro que ante la emergencia, las instituciones pueden y saben trabajar de manera conjunta.

Luego de extinguido el fuego, se realizó una ventilación completa del ambiente afectado, para asegurar que no quedaran gases tóxicos ni focos residuales que pudieran reactivar las llamas. Finalmente, tanto el personal como los móviles regresaron a sus bases sin novedades.

 

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