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En la noche del lunes, un incendio devastador consumió por completo una vivienda precaria en el barrio Chimen Aike, uno de los sectores más humildes de Río Gallegos. La pequeña construcción, levantada con chapas y madera en la esquina de las calles 47 y 38, quedó reducida a cenizas. Afortunadamente, no se registraron víctimas, ya que no había personas en el interior al momento del siniestro. Sin embargo, el daño material fue total, y el propietario de la vivienda, Cristian, un joven muy conocido por su venta de tortillas a la parrilla en la zona de Alfonsín y Congreso, lo perdió todo.

Las llamas consumieron por completo una cama, un colchón, una heladera y otros objetos de uso cotidiano.

El hecho ocurrió en jurisdicción de la Comisaría Séptima y movilizó rápidamente al personal de la Unidad Segunda de Bomberos, que trabajó durante varias horas en las tareas de extinción y enfriamiento del lugar para evitar una posible reignición. La vivienda afectada tenía apenas tres metros por tres y, aunque modesta, era el hogar de dos personas cuya identidad aún no ha sido confirmada oficialmente.

Dentro de la casilla, las llamas consumieron por completo una cama, un colchón, una heladera y otros objetos de uso cotidiano. Las primeras versiones apuntan a que un artefacto de gas, presuntamente dejado encendido, podría haber sido el desencadenante del fuego. Sin embargo, aún se aguardan los resultados de las pericias iniciadas por los investigadores para determinar con certeza el origen del siniestro.

Lo que siguió después del incendio fue una escena que, lamentablemente, se repite en muchos rincones del país: el dolor de perderlo todo en cuestión de minutos, sumado a la incertidumbre de no saber cómo empezar de nuevo. Pero también, en medio de la tragedia, emergió otra constante del pueblo argentino: la solidaridad.

“Es un chico trabajador que se gana su plata todos los días laburando”, expresaron sus amigos en una publicación.

Horas después de que las llamas destruyeran su vivienda, los allegados de Cristian comenzaron una campaña en redes sociales apelando a la ayuda de la comunidad. En un mensaje cargado de angustia, pero también de esperanza, pidieron donaciones de ropa, calzado, frazadas, muebles y cualquier artículo que pudiera ayudar a reconstruir lo que el fuego arrebató. “Es un chico trabajador que se gana su plata todos los días laburando”, expresaron sus amigos en una publicación que rápidamente se viralizó en los grupos locales de Facebook y WhatsApp. Además, compartieron un alias de Mercado Pago para recibir ayuda económica: Cristiancegarra.

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