Your browser doesn’t support HTML5 audio

La noche del viernes en Río Gallegos estuvo marcada por un episodio tan inesperado como pintoresco. A las 23:30 horas, una alarma de incendio encendió las alertas de la División Cuartel Uno de Bomberos de la Policía de la Provincia de Santa Cruz, que acudió de inmediato a una vivienda ubicada sobre la transitada avenida Néstor Kirchner. El llamado, que en principio generó preocupación, terminó siendo un recordatorio de lo cotidiano: la importancia de limpiar la parrilla después de cada asado.

De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes consultadas, se pudo saber que, al arribar al lugar, los bomberos encontraron humo proveniente de un quincho. Lo que parecía un principio de incendio en realidad era grasa acumulada en la parrilla que, al recalentarse, había comenzado a prenderse fuego por sí sola.

Según pudo saber este diario, para alivio de los propietarios y de los vecinos que se habían alarmado por la situación, el foco se apagó sin necesidad de intervención mayor, más allá de la revisión de rutina para confirmar que no existieran riesgos de propagación.

El operativo se desarrolló en pocos minutos y sin necesidad de utilizar equipos pesados de extinción. La escena, que en un primer momento parecía grave, terminó con un balance positivo: no hubo lesionados, no se registraron daños materiales y todo quedó reducido a un susto que, por fortuna, no pasó a mayores.

Desde la fuerza provincial destacaron la rapidez con la que actuaron tanto los bomberos como la comunidad al dar aviso inmediato. “Siempre es mejor prevenir y llamar, aunque después se trate de un hecho menor. Eso demuestra responsabilidad y compromiso ciudadano”, remarcaron fuentes cercanas al operativo.

Leé más notas de La Opinión Austral

Ver comentarios