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Pasadas las 21 horas del miércoles una alarma movilizó al personal de la División Cuartel Uno hacia la intersección de las avenidas Néstor Kirchner y Mendoza, una de las zonas más transitadas de la ciudad de Río Gallegos. En el lugar se encontraba una Jeep Grand Cherokee detenida, cuyo motor comenzó a emitir una densa columna de humo, generando preocupación entre peatones y automovilistas que circulaban por el área.
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes policiales consultadas, se pudo saber que la situación fue causada por un desperfecto mecánico: una pérdida de líquido combustible habría entrado en contacto con el múltiple de escape del vehículo, lo que provocó una emisión repentina de humo desde la cavidad del motor. La escena fue lo suficientemente llamativa como para que más de un testigo pensara en un principio que se trataba de un incendio vehicular en curso.
Afortunadamente, el foco no llegó a transformarse en fuego abierto, y la intervención profesional de los bomberos fue determinante para evitar un desenlace más grave. La dotación actuó con rapidez, controlando el episodio sin necesidad de realizar tareas de extinción mayores ni utilizar equipos de respiración autónoma. El vehículo fue asegurado y la situación quedó normalizada en pocos minutos.
No se registraron personas heridas ni se reportaron daños a terceros. Una vez finalizado el procedimiento, los efectivos regresaron al cuartel sin novedades, en una jornada que demostró una vez más la importancia del entrenamiento y la capacidad de respuesta de los servicios de emergencia de la provincia.
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