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El pasado 1 de julio, una joven de Río Gallegos dio un paso tan valiente como desgarrador: denunció penalmente a su tío materno por abuso sexual, señalando que los hechos ocurrieron cuando ella tenía apenas once años. La denuncia fue radicada en la fiscalía, donde ya comenzó la investigación y la toma de testimonios.

La historia salió a la luz con fuerza tras un mensaje publicado en redes sociales por el padre de la joven, que rápidamente se viralizó. En esa publicación, el hombre identificó al presunto abusador como C.J.O., su cuñado, quien actualmente reside en Comodoro Rivadavia y trabaja en una conocida agencia de automóviles. “Le robó la infancia a mi hija”, escribió con una mezcla evidente de dolor, impotencia y rabia. En su mensaje, también lanzó una advertencia a la comunidad: “Estas basuras vuelven a repetir sus abusos. Cuídense y cuiden a sus hijos”.

Las palabras del padre visibilizaron una realidad que atraviesa a muchas familias: el abuso infantil cometido por personas del entorno cercano, oculto durante años por miedo, vergüenza o silencios impuestos. En este caso, el relato de la joven logró romper ese cerco, y puso en marcha un proceso judicial que hoy avanza en el fuero penal de la provincia de Santa Cruz.

Fue la primera vez que la víctima se enfrentó al presunto agresor sexual tras los hechos.

Pero la causa no quedó allí. En un giro que muchos califican como revictimizante, el propio acusado presentó en la Justicia de Chubut -provincia en la que actualmente reside- una denuncia contra su sobrina, su hermana (que vive en Comodoro Rivadavia) y su cuñado, por calumnias e injurias. El objetivo, según denuncian desde el entorno de la denunciante, fue desacreditar públicamente a quienes se atrevieron a hablar y pedir justicia.

EL juez Carlos Ariel Tedesco. (FOTO: MPF CHUBUT)

La audiencia por esa contradenuncia se llevó a cabo este jueves, en la sede de la Circunscripción Judicial de Comodoro Rivadavia. Fue presidida por el juez penal Carlos Ariel Tedesco. La joven debió conectarse vía Zoom, ya que reside en Río Gallegos. Según relató más tarde en diálogo con este medio, “la audiencia fue horrible. Me movilizó mucho, porque no lo veía hace años, y aunque fue por Zoom, fue como revivir todo”.

“Él pide tranquilidad en su vida cotidiana, cuando a mí me la quitó para siempre”.

Visiblemente afectada, pero al mismo tiempo firme en su convicción, la joven añadió: “Fue por una denuncia que él nos hizo a mi hermana, mi papá y a mí, por calumnias e injurias. Pero el juez falló en contra de su denuncia, porque no tiene pruebas, y las que presentó no son verdad”. También dejó una reflexión conmovedora: “Él pide tranquilidad en su vida cotidiana, cuando a mí me la quitó para siempre”.

La resolución del juez Tedesco fue clara: la denuncia por calumnias e injurias presentada por C.J.O. no prosperó, por falta de pruebas consistentes. Esta decisión judicial fue recibida con alivio por la joven denunciante y su familia, quienes ven en este fallo un primer gesto de respaldo institucional a su testimonio y su dolor.

Mientras tanto, la causa por abuso sexual continúa en trámite en la Justicia santacruceña. Los investigadores ya comenzaron con la recolección de testimonios y la evaluación de pruebas. Se espera que, en los próximos días, se avance con nuevas diligencias que permitirán esclarecer los hechos denunciados.

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