Your browser doesn’t support HTML5 audio

El miedo volvió a instalarse en las calles de una ciudad que, aunque lejana del ruido de los grandes centros urbanos, ya no está ajena a los episodios de violencia cada vez más frecuentes. Este lunes por la noche, un violento asalto sacudió al barrio Belgrano de Río Gallegos, cuando un local de indumentaria ubicado sobre calle La Paz al 900 fue blanco de un ataque armado que terminó con un trabajador herido y un operativo policial sin detenidos, pero con una investigación en curso.

De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes policiales consultadas, todo ocurrió pasadas las 20:00 horas, cuando un llamado al 911 alertó a las autoridades sobre varias detonaciones de arma de fuego en la intersección de calles La Paz y Juan de Garay. Personal del Comando de Patrullas acudió con rapidez al lugar, encontrando a tres hombres —de entre 25 y 31 años— que, visiblemente nerviosos y con signos de violencia, denunciaron haber sido víctimas de un asalto en su propio comercio.

El relato de los damnificados fue claro y escalofriante. Según pudo saber este diario, a través de sus declaraciones, tres individuos encapuchados irrumpieron con violencia en el local. Uno de ellos, empuñando un arma de fuego tipo revólver, tomó el control de la situación mientras sus cómplices, armados con cuchillos, amenazaban y exigían dinero. En el caos del momento, uno de los empleados intentó resistirse y recibió un golpe contundente en la cabeza, propinado con la culata del arma. La herida, aunque no revestía gravedad, fue suficiente para marcar el dramatismo de la escena.

Uno de los malvivientes portaba un arma de fuego, mientras los otros dos estaban con cuchillos.

Los asaltantes no se quedaron más que unos pocos minutos. Robaron un celular marca Samsung y huyeron a pie por calles oscuras del barrio, disparando al aire antes de desaparecer en la noche. El estruendo de los disparos fue lo que encendió las alertas en la zona y motivó la rápida respuesta policial. A pesar del despliegue inmediato, los delincuentes lograron escabullirse, lo que evidencia, una vez más, la necesidad de fortalecer los mecanismos de prevención y patrullaje, incluso en zonas residenciales.

La División de Investigaciones (DDI), en conjunto con personal del Servicio Especial de la Comisaría Cuarta, inició un minucioso relevamiento de cámaras de seguridad de la zona. Las primeras imágenes analizadas ya habrían aportado elementos significativos para orientar la investigación. También se sumó al trabajo la División Criminalística, encargada de las pericias correspondientes, mientras que la causa quedó a cargo del juzgado de turno.

Leé más notas de La Opinión Austral

Ver comentarios