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Una mala noticia sacudió a los viajeros de Río Gallegos: Aerolíneas Argentinas suspendió el Corredor Atlántico, una ruta aérea que conectaba a la ciudad con otros cinco destinos clave del país: Buenos Aires, Mar del Plata, Bahía Blanca, Trelew y Comodoro Rivadavia. Esta decisión, que entrará en vigencia a partir de septiembre, generó malestar y preocupación en diversos sectores, especialmente en el turístico.
El vuelo 1608, que operaba los lunes, miércoles y viernes desde Bahía Blanca hacia el sur, y los martes, jueves y domingos en sentido inverso, era una opción cómoda y accesible para muchos viajeros. Sin embargo, la compañía aérea justificó su decisión argumentando que la ruta, partiendo desde Aeroparque, no era tan eficiente como cuando salía desde Ezeiza.
Impacto en los viajeros y la economía regional
La cancelación de este corredor aéreo tendrá un impacto directo en los viajeros, quienes ahora se verán obligados a buscar alternativas con mayores costos y menos comodidad. Muchos deberán realizar escalas adicionales para llegar a sus destinos, lo que implica más tiempo de viaje y mayores gastos.
Esta situación también generará preocupación en el sector turístico de Río Gallegos y otras ciudades afectadas, ya que podría disminuir la afluencia de visitantes y afectar la economía local.
Aerolíneas Argentinas aún no ha emitido un comunicado oficial explicando los motivos detrás de esta medida. La noticia generó malestar en diversos sectores, que ven en esta decisión una pérdida de conectividad y un perjuicio para la región.
La suspensión del Corredor Atlántico representa un duro golpe para la conectividad aérea de Río Gallegos y otras ciudades de la Patagonia. Esta medida podría tener un impacto negativo en el desarrollo económico y turístico de la región, y generar un mayor aislamiento de estas localidades.
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