Your browser doesn’t support HTML5 audio
Desde el oficialismo provincial salieron a cuestionar al intendente de Río Gallegos, Pablo Grasso, a quien acusaron de impedir que los vecinos del barrio 22 de Septiembre puedan acceder a la red de gas natural. De esta forma, se plegaron a las críticas que ya habían hecho las autoridades de la empresa Distrigas, quienes dieron a entender que la Comuna local le pone palos en la rueda a una obra tan vital para ese sector populoso.
El que salió con los tapones de punta fue el vicegobernador de Santa Cruz, Fabián Leguizamón, quien criticó duramente al intendente de Río Gallegos porque, según dijo, “amenaza al Gobierno provincial con frenar la obra del gasoducto en el barrio 22 de Septiembre de la capital santacruceña, obstaculizando de esta forma una obra vital que permitirá que una importante cantidad de familias que residen en esa zona puedan acceder a un servicio básico como lo es el gas natural“.
Anteriormente, el presidente de la empresa Distrigas SA, Marcelo de la Torre, también había advertido y criticado al mandatario local. “La obra de gas en el barrio 22 de Septiembre, que está próxima a ser inaugurada, enfrenta un obstáculo inesperado: el Municipio de Río Gallegos está pidiendo a la empresa constructora un permiso de zanjeo, lo que está demorando los trabajos. Aducen que es un valor elevado que le quieren cobrar a la empresa. Es una traba injustificada, parece que no quieren que lleguemos con los servicios a los vecinos“.
Según Leguizamón, “esta actitud repudiable y egoísta para con los vecinos por parte de Grasso lamentablemente no nos sorprende. Mucho menos cuando quienes vivimos en Río Gallegos padecemos -día a día- las calles sin pavimentar, los baches, la falta de recolección de residuos domiciliarios, entre otros servicios esenciales por los que debería estar preocupado el intendente“. También destacó que “en vez de exigir cifras millonarias a la empresa contratada para otorgar el permiso de zanjeo en esa zona, poner trabas burocráticas y recaudar mientras sigue aumentando impuestos que no se ven reflejados en obras prioritarias para la ciudad, pero que sí se destinan en festivales y actos de campaña a costa de los bolsillos de la gente, Grasso podría probar con ponerse a trabajar, al menos en este último tramo de su gestión”.
Además de las críticas de Leguizamón por el desenlace que provocó la decisión del Municipio, destacó que “mientras el Gobierno provincial avanza con una fuerte inversión en obras que llegan para dar respuesta a las problemáticas que padecen los riogalleguenses y los vecinos de las distintas localidades de Santa Cruz, como consecuencia de más de tres décadas de kirchnerismo, Grasso antepone sus intereses y aspiraciones personales haciendo campaña proselitista, utilizando el turismo como pretexto para hacer política por toda la provincia, impidiéndoles acceder a los vecinos a un servicio esencial como lo es el gas”.
Prioridades
La candidata a diputada nacional Gisella Martínez, de la lista “Por Santa Cruz”, criticó la actitud por parte del intendente Pablo Grasso de amenazar con impedir el avance la obra, exigiéndole a la empresa a cargo de la ejecución el abono de una cifra millonaria al Municipio, a fin de otorgarle el permiso para el zanjeo en esa zona. En este sentido, manifestó: “Es incomprensible que Grasso amenace con paralizar esta obra que busca que las familias que viven en esa zona puedan acceder al gas natural, siendo una de las tantas deudas históricas de las gestiones anteriores“.
“Esta actitud casi extorsiva deja en evidencia las prioridades de un intendente que en seis años y dos gestiones consecutivas no supo atender las necesidades básicas de los vecinos, gastando los recursos de los contribuyentes en festivales y demás cuestiones superfluas mientras los vecinos siguen sin calles pavimentadas, sin recolección de residuos, entre otros servicios elementales que corresponden al Municipio”, concluyó.
La Opinión Austral pudo saber que la secretaria de Construcción y Ordenamiento del municipio, Natalia Quiroz, fue a la obra y habló en buenos términos con la contratista, Rubén “Carito“ Aranda. “Nosotros vamos a avanzar, no nos vamos a detener. Hay cruces de calle que hay que dejar en condiciones. Y las veredas también. Hay que tener en claro que las condiciones de esta urbanización, que es nueva, todavía no están terminadas, le falta de todo”, le dijo a La Opinión Austral.
Leé más notas de La Opinión Austral
Compartir esta noticia

