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En un operativo de máxima reserva, Lázaro Báez llegó este domingo por la mañana a la cárcel de Ezeiza, donde fue trasladado directamente al hospital penitenciario. La Opinión Austral pudo saber que el empresario se habría comunicado con algunos familiares, aunque los abogados aún no recibieron notificación oficial sobre su nuevo lugar de detención.
Fuentes judiciales y del Servicio Penitenciario Federal (SPF) confirmaron a este medio que Báez ocupa una celda individual con baño y ducha, medida adoptada por razones vinculadas a su estado de salud.
El ingreso se produjo alrededor de las 11, después de un traslado combinado por tierra y aire realizado mediante un vuelo privado del Estado Nacional destinado a operativos especiales. Durante todo el trayecto, el empresario fue acompañado por personal médico que monitoreó su condición. Voceros cercanos señalaron que la prioridad médica fue atender el sangrado que lo afecta hace días y las posibles complicaciones intestinales, cuadro que su defensa ya había advertido.
Cabe recordar que el juez de ejecución penal, Néstor Costabel, dispuso el traslado con carácter de urgente luego de que el juez federal Claudio Vázquez ordenara su derivación por el delicado cuadro de salud. Tal como anticipó LOA este sábado, el movimiento desde la Unidad Penitenciaria Federal N°15 de Río Gallegos se concretó durante esa jornada, en medio de críticas del entorno familiar y del equipo legal de Báez por la falta de notificación previa.
Hasta el momento, al Juzgado Federal de Río Gallegos no ingresó la apelación de la defensa respecto de la denegatoria al hábeas corpus, presentado días atrás en reclamo de mejores condiciones médicas y la prisión domiciliaria.
Hermetismo y críticas de la defensa
La representación legal de Báez, encabezada por los abogados Lucas y Yanina Nicoletti, denunció el sábado una “situación de gravedad institucional” al desconocer el paradero de su cliente. Afirmaron que el operativo se habría concretado sin resolución firme y mientras aún tramitaban recursos judiciales.
“Esto no solo vulnera garantías procesales básicas, sino que remite a prácticas de épocas que creíamos superadas”, sostuvo Yanina Nicoletti en diálogo con La Opinión Austral. Por su parte, Lucas Nicoletti remarcó que “técnicamente estaba desaparecido” durante varias horas del sábado.
El Servicio Penitenciario Federal evitó brindar detalles acerca de la logística, pero aclaró que se trató de un procedimiento de seguridad previsto por protocolo, y que Báez permaneció bajo custodia permanente durante todo el trayecto.
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