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El conflicto escaló esta semana luego de que el Gobierno de Javier Milei confirmara, mediante su publicación en el Boletín Oficial, la baja de aranceles e impuestos internos para celulares, televisores y aires acondicionados importados. La decisión encendió las alarmas en Tierra del Fuego, donde la industria electrónica es un pilar económico y fuente clave de empleo.

Desde hace siete días, las principales fábricas de la provincia —entre ellas, las plantas de Newsan, Mirgor, BGH y Midea Carrier— están sin actividad. La Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (Afarte) advirtió que la medida gubernamental podría acelerar el cierre de plantas y despidos en un sector que ya enfrenta años de crisis.

Este miércoles, la protesta se intensificó con una huelga general de 24 horas, convocada por un amplio frente sindical que incluye a la UOM, SMATA y otros gremios clave. Bajo consignas como Defendemos la soberanía, el trabajo y la industria nacional, los trabajadores realizaron cortes en accesos a supermercados y plantas industriales, mientras concentraciones masivas se replicaron en Río Grande y Ushuaia.

Óscar Martínez, secretario general de la UOM Seccional Río Grande, fue contundente durante el acto central: Esta lucha es la decisión correcta. Los trabajadores no vamos a permitir que los impresentables del Gobierno nacional destruyan lo que costó décadas construir. Con tono combativo, Martínez llamó a asumir la responsabilidad histórica y resistir lo que calificó como un ataque directo a la producción fueguina.

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