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La prospección de langostino en las subáreas 11 y 13, ubicadas en la zona sur de la provincia de Chubut, ha mostrado un panorama desalentador desde su reanudación tras la interrupción provocada por condiciones climáticas adversas. Los resultados obtenidos en los primeros días de búsqueda no son alentadores para la actividad pesquera en estas áreas.
Contexto y decisiones recientes
Tras la finalización anticipada del sector norte de la veda (subáreas 4 y 5), la actividad se reanudó pasado el temporal, pero las autoridades de aplicación decidieron orientar las prospecciones hacia el sur, específicamente en las subáreas 11 y 13, entre los paralelos 44° y 46° de latitud sur y los meridianos 64° y 62° 30’ de longitud oeste. La intención era determinar la presencia del recurso y evaluar su estado, aunque la incertidumbre prevalecía, dado que en la campaña de marzo pasado se había registrado una abundancia similar a temporadas anteriores, según los investigadores.
Resultados y dificultades
Desde el domingo pasado, cuando comenzó formalmente la prospección con buques fresqueros, en las subáreas del sur, las condiciones no han sido favorables. Hasta el martes, los barcos lograron detectar algunas concentraciones de langostino de talla comercial (categorías L2 y L3) en la subárea 11, logrando capturar entre ocho y diez toneladas diarias en las primeras jornadas. Sin embargo, hasta ese momento, no se habían hallado marcas concluyentes del recurso en las áreas exploradas.
En la subárea 13, la situación es aún más preocupante: no solo no se detectaron concentraciones significativas de langostino, sino que además el bycatch de merluza hubbsi – especie que debe ser controlada para evitar impactos ecológicos y económicos– supera los niveles permitidos, complicando aún más la situación para la actividad pesquera.
Perspectivas y desafíos
La falta de presencia significativa del recurso en estas subáreas, sumada a los niveles elevados de captura incidental de merluza, genera incertidumbre sobre la viabilidad de abrir la temporada de pesca en estas áreas en el corto plazo. La situación contrasta con los datos de la campaña de marzo pasado, en la cual se observó una abundancia de langostino comparable a temporadas anteriores, lo que indica que la baja presencia en estos momentos puede obedecer a variaciones estacionales o a cambios en la distribución del recurso. Algo lógico si se tiene en cuenta que esta prospección debería haberse realizado un mes antes, pero el conflicto con la flota tangonera lo impidió.
Por ahora, las autoridades y los investigadores continúan monitoreando de cerca los resultados, que determinarán la evolución del estado del recurso y definirán las próximas acciones. La prospección con la flota fresquera, además de aportar datos sobre la distribución del langostino, sirve para evaluar la eficiencia de esta modalidad en la obtención de información científica, un aspecto clave en la toma de decisiones futuras.
Escenario
La prospección en las subáreas 11 y 13 refleja un escenario complejo y desafiante para la actividad langostinera en la región sur. La limitada presencia de langostino y los niveles elevados de bycatch dificultan la posibilidad de apertura de la temporada en estas áreas, al menos en el corto plazo.
Pero a ello se le suma que el conflicto desatado, entre las empresas congeladoras y los gremios, que mantiene paralizada la flota pesquera tangonera desde el 17 de marzo, continúa. Sin resolución del mismo, la zafra del langostino no se pondrá en marcha. Y mientras tanto, el recurso sigue su ciclo natural.
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