El tema fue analizado por el Cuerpo de Delegados del SOEM, luego de haber visitado ciertas áreas de servicios y encontrarse que, pese a que todas las tarjetas estaban marcadas con el presente, no había ningún trabajador en el lugar. Para Mansilla, detrás de esto existe un aval de la responsable de Recursos Humanos y apuntó al propio secretario de Gobierno. Hoy no habrá paritaria y podría pasar para principios de mayo.

El conflicto gremial en el Municipio pareciera haber ingresado en una peligrosa espiral que podría llevar a una escalada que ningún vecino de la ciudad quiere presenciar.
Lo cierto es que desde el jueves pasado, luego de que no hubiera ninguna respuesta en la primera reunión de Paritarias, en la que el SOEM pidió 35% de aumento para este año y el cumplimiento de la cláusula gatillo pendiente de pago del año pasado, los trabajadores decidieron realizar un paro total de actividades “sin presencia” en el lugar de trabajo.
El cuarto intermedio era hasta hoy, pero no hubo ninguna convocatoria desde la Comuna, por lo que no habrá reunión, “creemos que la demorarán hasta el 2 o 3 de mayo” indicó Pedro Mansilla a La Opinión Austral.
La semana pasada, al término de la primera paritaria, frente al Palacio comunal el secretario general había tenido fuertes críticas hacia el secretario de Gobierno aduciendo que los había acusado de ser “vagos”, y hacia el titular de Administración General de Vialidad Provincial, advirtiendo que no avanzara en cumplir con servicios que le competen a los municipales.

“Maniobras desleales”
La tensión se profundizó cuando ayer, en declaraciones al programa radial Café y Noticias, el dirigente sindical señaló que existen “prácticas desleales” por parte de terceros que atentan contra la medida de fuerza.
Explicó que este lunes, “a las 7 de la mañana, junto a los delegados de base nos fuimos a recorrer las dependencias para ver como era el acatamiento al paro, y grande fue nuestra sorpresa cuando nos encontramos en algunos sectores que estaban las tarjetas marcadas y no había nadie adentro”.
Y puso el ejemplo del corralón de calle Asturias “dónde había 210 tarjetas marcadas”, pero la gente estaba adherida al paro.
“Entonces me gustaría preguntarle a la directora de Personal o al ingeniero Guatti, secretario de Gobierno, cuál es su análisis de por qué suceden estos hechos puntuales”.
Sobre la responsabilidad de los propios trabajadores que si está de paro no marque la tarjeta o no permita que le marquen la tarjeta. “Alguien marcó la tarjeta, y si lo buscamos, seguro dirá que la directora me mandó o el secretario de Gobierno me lo pidió”, apuntando como responsables de esta “práctica desleal” que, al entender de Mansilla, buscan dejar mal a los trabajadores.
Porqué se hace, Mansilla ensayó dos teorías: “una es que se hace esta maniobra a los efectos de provocar complicidad o confusión en el conjunto de los trabajadores”, y la otra teoría es que es algo que “se hace habitual en muchos lugares de trabajo” de la Comuna.
Aclarando este último punto, especificó que esa “habitualidad” se refiere a que ante la falta de gestión o de herramientas para trabajar, la opción que realizan varios jefes, con la venia de la gente de Personal, que les plantea a los trabajadores que fichen sus ingresos, y se vayan a su casa o que alguien lo hace por ellos.
Recordó, además, que en el Municipio “no se ve jamás a los 4700 trabajadores municipales, algunos están becados viviendo en otra parte, otros tantos trabajando entre comillas en organismos públicos del Estado Provincial y otros, bajo el amparo de los jefes se van a su casa, y es ahí donde me quiero detener, que es algo que se transformó en una práctica habitual”.
“Acá nos han ido desmantelando, quitándonos la dignidad del trabajo, reduciéndonos a que, en muchos casos, nuestro salario se transforma en una suerte de subsidio encubierto, y nosotros no queremos eso, nosotros luchamos porque haya capacitación, que haya herramientas para trabajar, una carrera municipal que nos dignifique y que no nos sigan deteriorando en nuestra condición de trabajadores”.

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