El candidato a gobernador por el sublema “Construyamos Juntos“, Pablo Grasso, regresó horas atrás de una gira por la zona norte provincial y esta última semana antes de las elecciones se quedaría mayormente en Río Gallegos, localidad de la cual es el intendente. Desde que volvió a la capital provincial, se encuentra con una importante agenda de recorridas y reuniones con diferentes sectores de la sociedad. Según indicó en algunos de esos encuentros, expresó que “si hay algo que nos caracteriza, a la fórmula y a todo el equipo de trabajo, es que mostramos una impronta distinta en el desarrollo de la política. Lo hemos hecho durante todo este tiempo, desde muy chicos. Cuando nos tocó estar en Juventud, que organizábamos actividades y trabajábamos en las diversas problemáticas sociales”.

Luego dijo que, tras un largo recorrido, tuvo la posibilidad de ser concejal. “Pude ejecutar las políticas públicas desde el Instituto de Desarrollo Urbano y Vivienda en la época de Mauricio Macri, es decir, la más complicada para hacer obra pública en Santa Cruz. En ese momento trabajamos mucho con los gremios. También con distintas instituciones y cooperativas. Mostramos el IDUV de otra forma, con un gran crecimiento. Y después llegamos al Municipio, que lo recibimos fundido. Faltaban 40 millones de pesos para pagar salarios. Hoy, luego de muchísimo esfuerzo, tenemos una Municipalidad ordenada y equilibrada, que siempre está haciendo por la ciudadanía. ¿Por qué quiero llegar a la gobernación? Porque lo que hemos hecho en Río Gallegos es lo que haremos en la provincia”, subrayó.

“Mostramos el IDUV de otra forma, con un gran crecimiento”.

PABLO GRASSO

Más adelante, sostuvo: “Nos preocupamos para que Río Gallegos recupere su cultura y ahora lo extenderemos a la provincia. Interactuaremos y trabajaremos con todos los municipios para que puedan llevar artistas. Cuando nosotros empezamos, le pedí una mano a Javier Castro para que la ciudad pueda disfrutar de un artista. Y fue el puntapié inicial para lo que vino después: organizamos uno de los festivales más importantes de la Patagonia. Y luego ya se posicionó y ahora nuestros festivales son comparados con los más significativos del país. Esto fue un proceso, que nació de la decisión política de cambiar la cultura”.

Grasso mantuvo encuentros con sectores de la sociedad.

También comentó que se asfaltaron más de 500 calles. “Refaccionamos todo lo interno. Históricamente hubo conflicto con los sindicatos municipales. Y lo que hicimos fue incorporar al trabajador a la matriz de discusión política y de desarrollo. Discutimos lo salarial, el equipamiento necesario y las obras edilicias porque tenemos la responsabilidad y capacidad de hacerlo. Así resolvimos muchas problemáticas. Seguimos haciendo viviendas, asfalto, cordones cuneta, parques. Trabajamos en la costanera de punta a punta y vamos a tener el planetario”, remarcó.

Estamos poniendo en valor el Centro de Interpretación en la Laguna Azul y la pingüinera, que es la segunda más grande de Latinoamérica” y añadió: “Si vamos a publicitar lugares para que las personas vengan, el Estado tiene que acompañar estos procesos”. Y sostuvo: “No hay una receta mágica. Cada localidad tiene sus particularidades, su lógica, su realidad y sus exigencias históricas e inmediatas. Hay que escuchar todas estas cosas para ir resolviendo. Es mentira que vamos a trabajar todos del petróleo y la minería. Tenemos que generar otras fuentes laborales, con ventajas y sumando a todos los sectores. Dejar de pensar que la salvación es entrar al Estado. Las oportunidades tienen que estar”.

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