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Hasta el viernes, el mercado estimaba que la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) mantendría su nivel de incremento de producción en los 411 mil barriles diarios. Sin embargo, la alianza decidió acelerar el incremento de suministros y decidió, este sábado, en llevarlos a un nivel de 548 mil barriles diarios.

Este ajuste se produce en medio de un escenario internacional volátil, influenciado por recientes tensiones geopolíticas y fluctuaciones en los precios del petróleo. La decisión fue tomada durante la primera reunión del grupo tras los ataques a Irán, y se presenta como una respuesta a una situación económica global que la OPEP+ considera estable, con fundamentos de mercado sólidos y niveles de inventario de petróleo relativamente bajos.

El nuevo aumento será implementado por los ocho países miembros: Arabia Saudita, Rusia, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán, Irak, Kazajistán y Argelia. Naciones que ya comenzaron a revertir los recortes de 2,2 millones de barriles diarios aplicados previamente, iniciando el proceso desde abril.

Cabe recordar que la OPEP+ tiene una influencia significativa en el precio del petróleo Brent. Al regular la oferta global, sus decisiones sobre la producción pueden afectar directamente la oferta y la demanda, lo que a su vez incide en el precio del crudo. De ahi que con la decisión del fin de semana, se espera que exista un presión bajista en el inicio de las operaciones. 

Las proyecciones dan cuenta de un barril de crudo a la baja, luego de las decisiones de la OPEP+.

Proyecciones

Cabe señalar que en los últimos 12 meses, el precio del crudo se desplomó casi 20%. En medio de una volatilidad constante por las decisiones y hechos geopolíticos que cambian el escenario en forma permanente, la decisión de la OPEP alimenta las expectativas de que los inventarios mundiales de crudo continúen en expansión durante lo que resta del año.

Según informes de Bloomberg, esta tendencia explica el retroceso de los precios del crudo, que ronda los 68 dólares por barril en Londres, tras experimentar una caída semanal del 12%. La decisión de incrementar la oferta responde, en parte, a las presiones ejercidas por la administración del expresidente Donald Trump, que buscaba promover precios más bajos para facilitar el acceso a combustibles a los consumidores estadounidenses y reducir la presión inflacionaria.

El aumento en la producción, además, refleja un retorno acelerado a niveles previos de extracción tras la suspensión de ciertas operaciones en medio de la pandemia, lo que ha contribuido a una caída en los precios internacionales y a un superávit creciente en las reservas globales de petróleo. Actualmente, las reservas mundiales se estiman en aproximadamente un millón de barriles diarios en aumento, impulsadas por la menor demanda en China y el incremento en la producción en Estados Unidos y otros países.

Alerta por saturación

Las proyecciones de organismos internacionales y analistas especializados alertan sobre una posible saturación del mercado. La Agencia Internacional de la Energía prevé que, si estas tendencias persisten, el mercado se encaminará hacia un excedente importante, generando una presión adicional a la baja en los precios del crudo. Por su parte, estrategas de JPMorgan Chase & Co. advierten que, si las condiciones actuales de oferta y demanda se mantienen, los precios podrían caer aún más en los próximos meses.

El contexto geopolítico añade capas de complejidad a la evolución del mercado petrolero. Estados Unidos planea reanudar conversaciones nucleares con Irán en las próximas semanas, en un movimiento que podría aliviar las sanciones y permitir un aumento en las exportaciones iraníes, afectando aún más la oferta global.

Además, la política arancelaria de Estados Unidos también genera incertidumbre, dado que la inminente expiración de una prórroga de 90 días relacionada con gravámenes adicionales puede afectar la oferta y la demanda de petróleo en los próximos meses.

En cuanto a las perspectivas futuras, las mismas son, en algunos casos contradictorias entre sí. Entidades como Barclays han revisado al alza sus proyecciones para los precios del Brent. La firma estima que en 2025 el precio podría alcanzar los USD 72 por barril, y en 2026, subir a unos USD 70, apoyándose en una demanda más sólida. Sin embargo, analistas como los de JPMorgan advierten que el persistente superávit global podría frenar estas expectativas y provocar una caída adicional en los precios si la oferta continúa superando a la demanda y proyecta un barril que no superará los USD 65.

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