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La minería argentina está expectante con en el 2025, los principales actores del sector público y privado coincidieron esta semana en que el año próximo será un gran desafío para generar las condiciones necesarias que permita el despegue de la actividad.

El foco está puesto en la llegada de capitales que permitan retomar el pulso de la exploración producción de los yacimientos. Para alcanzar este objetivo se analizó el RIGI, la Ley de Inversiones Mineras vigente en Argentina y los beneficios fiscales que puedan impulsar el Estado nacional y las provincias. La generación de confianza será un factor decisorio.

Estos aspectos fueron analizados en dos eventos de peso que se desarrollaron en la semana: el brindis de fin de año de CAEM y el evento “Argentina Oro, Plata y Cobre“. El Grupo La Opinión Austral tuvo coberturas especiales desde Buenos Aires en ambos puntos de encuentros.

En el encuentro impulsado por Panorama Minero, el secretario de Minería de la Nación, Luis Lucero, dijo a La Opinión Austral: “Hay un sistema para promocionar grandes inversiones de 200 millones de dólares hacia arriba. Pero hay otro régimen que está desde 1993-94 que es la Ley de Inversiones Mineras que tiene promociones muy similares al RIGI no tienen ese umbral de 200 millones” por lo que las compañías “pueden obtener beneficios como importar bienes de capital sin pagar arancel y usar esos beneficios para explorar”.

En este escenario, surge Santa Cruz con todo su potencial metalífero. Las condiciones que en la actualidad ofrece el Macizo del Deseado necesita de una serie de cambios para incrementar su competitividad, según la mirada del presidente de GEMERA, Michael Meding: “mejora de la infraestructura“, “rapidez en los trámites administrativos” y “baja de los costos operativos“.

CAEM

La tradicional cena de fin de año contó con las palabras de Roberto Cacciola, presidente de la Cámara Argentina de Empresas Mineras.

“Vale la pena hacer una revisión del año y qué proponemos para el 2025, todos estamos comprometidos con consolidar definitivamente a la minería como una actividad imprescindible para la vida moderna”, dijo.

En términos generales el 2024 fue año de “muy buenas noticias, pero en algunos casos pueden tener una durabilidad muy corta“. Valoró la aparición del RIGI, “impensado un tiempo atrás en un país que ahuyentaba las inversiones y que posibilitó el desarrollo de proyectos que llevan décadas paralizados fundamentalmente por errores en la economía y macroeconómica“.

Aseguró que “era necesario dar un mensaje con tres aspectos fundamentales: tener un país competitivo en materia tributaria; que quienes inviertan se sientan cómodos para pagar sus obligaciones, dividendos y fundamentalmente la posibilidad de litigar en el exterior si seguimos incumpliendo”. Advirtió que ese escenario obliga a “ser muy conscientes de cuáles son los desafíos que vamos a tener en el 2025 y en adelante”.

La otra buena noticia para CAEM es cómo Mendoza dio el debate social para sumarse al mapa minero nacional, siendo un distrito antiminero.

Luego puso de relieve la gestión de la cámara que preside para consensuar mensajes y definiciones únicas dando un claro mensaje. Agradeció el acompañamiento de las entidades empresariales provinciales, además de la dirigencia de AOMA que se suma a brindar aportes.

Cacciola señaló que “el litio avanza con las dificultades por la caída de precios muy brusca pero hoy empiezan a revertirse esa tendencia y se consolide”, “los proyectos se desarrollaron cuando los precios estaban muy altos. Aprovechémoslo”, pidió y marcó que esos altibajos son comunes en esta industria de alcance mundial en la cual Argentina no está exenta.

Roberto Cacciola, presidente CAEM, y Verónica Nohara, presidenta de CAMICRUZ. FOTO: CAMILA FERRER POSE

 Lo que viene

Ya con la mirada pues en el próximo año, el presidente de Minera Santa Cruz precisó que el rol de CAEM es clave: “Estamos para acompañar, para proponer y fundamentalmente para gestionar. Las decisiones que no tomemos, alguien lo hará por nosotros”, “no somos decisores, pero sí tenemos la obligación de estar permanentemente proponiendo“.

Señaló dos alertas: la minería del oro y la plata y por otro lado los minerales industriales. “En el primer caso, hay una realidad. No hay interés generalizado para desarrollar nuevos proyectos. La única alternativa que tenemos es incentivar a los que están para que algún momento haya nuevos intereses. Lo hablo en términos generales, porque hay una buena noticia de Gualcamayo, aparece Hualilán y demás. Pero tenemos claro que esto no va a reemplazar lo que dentro de tres o cuatro años se va a acabar”.

Tras alertar sobre la necesidad de hacer las cosas bien para no dañar la licencia social que hoy goza el sector, “nos queda pendiente esto porque hemos gestionado mucho y no hemos tenido resultados. Necesitamos un régimen específico para la minería del oro y de la plata para que se incentive la decisión de los accionistas que en términos generales están bastante cansados de la Argentina“.

De los minerales industriales, observó la necesidad que los privados sustituyan la paralización de la obra pública, “creo que ahí también tenemos un camino importante para recorrer para que se apuren los procesos de licitaciones y que las obras empiecen a fluir como se necesitan para que de alguna manera los proyectos que vengan del cobre tengan la posibilidad de desarrollar la infraestructura necesaria”.

“En los desafíos que tenemos para el 2025 tenemos que ser inteligentes. ¿Por qué? Porque de alguna manera vamos a tener seguramente en 2025, 2026, 2027 un crecimiento en la actividad. Y ese crecimiento va a estar vinculado con las definiciones que van a venir de la mano del RIGI”.

Pidió ponerse de “acuerdo que el proceso de crecimiento, el desarrollo de proveedores, la contratación de mano de obra local, la minería deben tener un efecto derrame para que lo sientan los argentinos en su conjunto. Si no logramos eso, vamos a perder la licencia social que tanto nos costó construir entre pocos actores”.

De esta manera, la minería Argentina y cada uno de sus referentes se preparan para afrontar los grandes desafíos que se avecinan con el claro objetivo de crecer llevando progreso a las comunidades y economías regionales del país.

Michael Meding recibe el reconocimiento de parte de Roberto Cacciola.

Michael Meding, el empresario del año

En la “Noche de las Distinciones” organizada por la revista Panorama Minero, Michael Meding, gerente General del proyecto Los Azules en San Juan, recibió uno de los máximos galardones del sector minero argentino.

La distinción fue por “combinar visión estratégica y capacidad técnica”, claves en el éxito de su proyecto, que logró captar más de 400 millones de dólares en casi tres años, con una inversión directa de 45 millones por parte de Rob McEwen, fundador de McEwen Copper.

Además, Meding había brindado su mirada sobre todo el potencial metalífero de Santa Cruz y habló de la necesidad de generar las condiciones de atraer las inversiones para la exploración que permita poner en marcha proyectos generando crecimiento a las comunidades de influencia.

Joaquín Aberastain Oro, geólogo y secretario de Minería de Río Negro.

Río Negro: Corporación América invirtió para la extracción de uranio

Joaquín Aberastain Oro, geólogo y secretario de Minería de Río Negro, detalló los alcances y perspectivas del “proyecto Ivana”, el mayor desarrollo minero de Argentina, situado en San Juan.

Destacó su importancia económica y las medidas ambientales previstas para una explotación sostenible.”Iniciamos las negociaciones con Corporación América, ante la suba de preciso que tuvo el uranio y el vanadio los yacimientos que tenemos en la provincia comenzaron a ser muy atractivos”.

El convenio entre las partes creó una nueva sociedad con una parte mayoritaria de Corporación América para pasar a la etapa siguiente que es la exploración, de acuerdo a lo señalado en una entrevista a “Medios del Aire”.

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