Lo decidieron los representantes de las 25 jurisdicciones del país que integran la Comisión Federal de Impuestos. La necesidad de que se debata una nueva ley fue puesta en la mesa. Es un tema pendiente desde la reforma constitucional de 1994.

Los representantes de las 25 provincias que integran la Comisión Federal de Impuestos (CFI) acordaron ayer avanzar sobre una “nueva Ley de Coparticipación Federal de Impuestos”, durante la reunión plenaria que tuvo lugar en Córdoba.
Mediante un comunicado, el CFI informó que en el marco de la 131° Reunión
Plenaria y la 469° reunión del Comité Ejecutivo del ente en Córdoba “los representantes de las 25 jurisdicciones avanzaron sobre la nueva Ley de Coparticipación Federal de Impuestos”.
La misma “es una deuda de más de 30 años”, agrega el documento. La reunión contó con la participación del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, quien destacó que la nueva Ley de Coparticipación “debe nacer de la Comisión Federal de Impuestos”.
Según el comunicado, Schiaretti “manifestó las divergencias que se producen a la hora del reparto de los fondos fiscales federales y llamó a generar un acuerdo entre todas las jurisdicciones con el objeto de fortalecer la distribución de recursos en beneficio de todos”.
Los representantes de las provincias trataron durante la reunión “temas de interpretación sobre los acuerdos federales que hacen al federalismo fiscal”, concluyó el comunicado.

Una deuda pendiente
Más allá de que en la actualidad se haya avanzado en la devolución de los 15 puntos de coparticipación que eran retenidos a las provincias para atender las necesidades de la ANSeS, en el marco de lo que fue el Pacto Fiscal I, firmado cuando se crearon las AFJP, el volver a discutir tanto el reparto primario entre Nación y Provincias, como el secundario, entre las provincias, es un tema que no logró un punto de consenso desde que quedó ordenado que se hiciera en una de las cláusulas transitorias de la Reforma de 1994 de la Constitución Nacional.
Allí los convencionales, además de fijar que el reparto de los recursos debía ser 60% para las provincias y sólo el 40% debía quedar en manos de la Nación, también se establecía que el llegar a esos guarismos (cuando se aprobó era exactamente al revés) debía hacerse de forma gradual y en el marco de la discusión de una nueva ley de coparticipación federal.
Pasaron 24 años y nunca se encontró el consenso necesario para avanzar. Cabe recordar que la norma sólo puede ser sancionada si obtiene el visto favorable de la totalidad de las jurisdicciones y ese punto fue, justamente, el que hizo se llegara hasta acá.

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