La convocatoria nacional a presentar ofertas para la generación de 1.000 megavatios de energía renovable abrió la puerta a la explotación de un nuevo recurso en Santa Cruz: el viento. Tres empresas pusieron la mira en la instalación de parques eólicos en la provincia. Con su proyecto, la compañía de capitales franceses Eren aportará 97,2 megavatios al sistema y fomentará una iniciativa “de incidencia estratégica para las comunidades”.

*Por Eugenia María Rodríguez

En julio de 2016, el ministro de Energía Juan José Aranguren firmó la resolución que convocaba a presentar ofertas para la generación de 1.000 megavatios (Mw) de energía renovable. El llamado se enmarcaba en el lanzamiento del programa Renovar, que busca la incorporación de energía limpia al sistema nacional.
Desde el Gobierno Nacional habían sostenido que “el uso de las fuentes renovables con destino a la producción de energía eléctrica constituye una política de Estado de largo plazo con aptitud para asegurar los beneficios de las energías limpias para el país y sus habitantes”.
Es que, la Ley 27.191 (Régimen de Fomento Nacional para el uso de Fuentes Renovables de Energía destinada a la Producción de Energía Eléctrica) establece como objetivo lograr una contribución de las fuentes de energía renovables hasta alcanzar el 8 por ciento del consumo de energía eléctrica nacional, al 31 de diciembre de 2017 (algo que aún no se ha logrado). Según se prevé, ese valor deberá incrementarse hasta el 20 por ciento del consumo nacional al 31 de diciembre de 2025.
Ahora, de esos 1.000 megavatios de energía que se buscaron sumar a través de la licitación lanzada en julio de 2016, 600 provendrán de energía eólica, 300 de solar, 65 de biomasa (material orgánico 20 de pequeñas hidroeléctricas (hasta 50 Mw de potencia) y 15 Mw de biogas.
Sin embargo, los expertos señalan que, si bien la energía eólica y la solar concentran el 90 por ciento de la oferta licitada, “no son consideradas una alternativa de base por la inestabilidad que presentan y la imposibilidad de ser acumuladas, pero constituyen un aporte complementario no contaminante”.

Santa Cruz
La convocatoria nacional abrió, entonces, una puerta hacia la explotación de un predominante recurso de la provincia: el viento. La oportunidad sembró el interés de varias empresas con intención de instalar parques eólicos que aporten energía al sistema nacional. De allí se desprendieron las adjudicaciones a las empresas Eren (P.E Vientos los Hércules Petroquímica (P.E del Bicentenario) e YPF (Cañadón León).
“El parque poseerá 97,2 megavatios de potencia activa nominal, como consecuencia de la instalación de 27 aerogeneradores de 3,6 Mw de potencia cada una”, detalló a La Opinión Austral Martín Parodi, director general para Argentina de la firma de capitales franceses Eren.
El proyecto, que está localizado a mitad de camino entre Pico Truncado y Las Heras en el campo Los Hércules, “prevé generar entre 310,000 y 360,000 Mwh por año, aproximadamente, durante los 20 años de vigencia del contrato de abastecimiento celebrado con Cammesa”, explicó el ejecutivo y amplió: “la energía generada por el parque se inyectará en el Sistema Argentino de Interconexión (SADI para su comercialización en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM administrado por Cammesa”.
Según especificó Parodi, actualmente, “las obras en el sitio comenzaron en el mes de enero de 2018, y se prevé que estén finalizadas y el parque operando en febrero/marzo de 2019”. Por eso, concluyó en que “se podría decir que el avance es alrededor del 5 por ciento” y anticipó que se espera “la llegada de los principales componentes de los aerogeneradores durante los meses de mayo y junio de 2018”.

Un proyecto ambicioso
Para concretar la obra, en enero de 2017 se firmó un acuerdo de compra de energía (contrato PPA, por sus siglas en inglés) entre Eren y Cammesa. El proyecto, entonces, será financiado por un préstamo con recurso limitado por 16 años que combina una línea de crédito a la exportación organizado por KfW IPEX-Bank, garantizado por la firma Euler Hermes a través de un seguro de crédito a la exportación que cubre los riesgos políticos y comerciales, y una línea de crédito paralela por 15 años concedida por el organismo de financiación al desarrollo de Alemania (DEG) y el banco de desarrollo holandés Financierings-Maatschappij voor Ontwikkelingsladen (FMO).
“Cerrar la financiación de este proyecto de energía renovable, que constituye una inversión tan considerable en la Argentina, es un logro del cual podemos estar orgullosos. Gracias a la creatividad y a la confianza de nuestros socios financiadores y al persistente trabajo realizado por nuestro equipo fuimos capaces de estructurar la financiación del proyecto sin recurso a los inversores. Además, es la primera financiación de este tipo que se formaliza desde hace mucho tiempo en Argentina”, había remarcado en aquel entonces Fabienne Demol, vicepresidenta ejecutiva y responsable mundial del desarrollo de Eren.
En consonancia, Parodi reconoció a este medio que se trata de “un proyecto ambicioso”, ya que “estamos hablando del parque eólico de mayor envergadura de Total Eren en Latinoamérica. Su magnitud y el hecho de ser uno de los primeros proyectos de este tipo en Argentina trae siempre desafíos especiales”, señaló.
Sin embargo, sostuvo que “en su desarrollo y construcción del parque trabajan distintos jugadores con amplia experiencia en este tipo de proyectos, desde nuestros contratistas hasta las entidades financieras (cerramos el primer “Project Finance” sin recurso después de más de 20 años que no se hacía este tipo de financiación en el país) que brindan financiamiento al mismo, nos permite enfrentarlos y superarlos con profesionalismo y en los tiempos esperados”.

Mano de obra
De acuerdo con el cronograma de obra, se estima que durante el pico de la construcción el proyecto empleará entre 300 y 350 trabajadores directos e indirectos, y cuando comience a operar para incorporar energía al Sistema Interconectado nacional, unos 20 operarios.
En este punto, el ejecutivo de Eren indicó que “la construcción demandará entre 15 a 16 meses, con mucha mano de obra local a través de la creación de puestos de trabajo”.
Además, la firma espera poder concretar otra iniciativa similar en cercanías de Las Heras, llamado Viento Austral, que no quedó seleccionado en esta primera ronda, pero que espera la empresa poder desarrollar de todas maneras, para que opere en paralelo con el adjudicado por el Gobierno Nacional.

Sinergia y estrategia
La idea de lo público amalgamado con lo privado se ha vuelto creciente en los últimos años en Santa Cruz. Las licitaciones y la cesión de áreas hidrocarburíferas han sido una muestra de ello.
“La sinergia entre lo privado y lo público es clave en este tipo de proyectos, de incidencia estratégica para la comunidad”, enfatizó Parodi para luego explicar que “un desarrollo exitoso de este tipo de proyectos no sólo beneficia al privado, sino que también beneficia a la sociedad en general, dado que se permite incrementar la matriz energética (necesaria para el crecimiento económico del país aprovechando recursos disponibles de manera ilimitada, y reduciendo el impacto ambiental que generalmente provoca la generación de energía”.
Por tanto, afirmó que “este tipo de proyectos, sin coordinación, esfuerzos y empuje tanto de autoridades públicas como de empresas privadas, no serían viables en los términos pretendidos por todos”.

Leé más notas de La Opinión Austral