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El grupo La Opinión Austral estuvo presente con una cobertura exclusiva en lo que se ha consolidado como el evento astronómico y turístico del año: el eclipse solar anular en Puerto San Julián, Santa Cruz. Este rincón histórico de la Patagonia, que en el pasado fue testigo del desembarco de los primeros colonizadores y de los enfrentamientos con los indígenas patagones, hoy resurge como un epicentro turístico. La localidad fue el escenario perfecto para observar el eclipse, atrayendo a miles de personas de distintas partes del país.
La jornada comenzó con condiciones climáticas ideales: un cielo despejado y una temperatura agradable. Sin embargo, con el avance del día, el característico viento patagónico y una baja considerable de la temperatura generaron cierta preocupación entre los visitantes. A pesar de ello, la naturaleza ofreció un espectáculo inigualable: aunque las nubes hicieron su aparición por momentos, el eclipse pudo ser visto en su totalidad, lo que desató la algarabía de quienes se congregaron en el histórico sitio de Nueva Victoria para presenciar este fenómeno único.
El eclipse no solo fue un evento de interés científico y astronómico, sino también una oportunidad invaluable para el desarrollo turístico de la región. Puerto San Julián, junto con otras localidades como Puerto Deseado y Gobernador Gregores, se posicionaron en el radar nacional gracias a este evento, demostrando su potencial como destinos turísticos alternativos en la vasta Patagonia. Según datos oficiales, la ocupación hotelera alcanzó el 100%, cubriendo las 800 camas disponibles en la ciudad, y los restaurantes vivieron jornadas de intensa actividad.
Este auge turístico se presentó como una ventana de oportunidades para Santa Cruz, provincia que ya cuenta con destinos icónicos como El Calafate y El Chaltén, pero que ahora busca diversificar su oferta. Desde la Secretaría de Turismo y el gobierno provincial se celebró el impacto positivo de este evento, pero también se resaltó la necesidad de mejorar la conectividad, ya que muchos turistas tuvieron que hacer un trayecto terrestre de varias horas desde Comodoro Rivadavia.
La comunidad local también fue protagonista en esta jornada, mostrando hospitalidad y sumándose al entusiasmo general. Familias enteras, tanto locales como visitantes, se reunieron en el emblemático sitio de Nueva Victoria, compartiendo la experiencia y, por un momento, olvidando las preocupaciones cotidianas. Este eclipse no solo fue un espectáculo natural, sino un motivo de encuentro y celebración para los habitantes de Puerto San Julián, quienes cuidaron con esmero su entorno natural, destacando el respeto por el lugar.
El evento astronómico, que según expertos no volverá a repetirse en esta región por lo menos en 80 años, dejó una huella imborrable en la provincia de Santa Cruz, no solo por la magnitud del fenómeno, sino por su capacidad de reunir a una comunidad entera y poner en el mapa turístico a localidades con gran potencial. Así, Puerto San Julián y su gente cerraron una jornada que será recordada tanto por su belleza celestial como por su impacto social y económico.
La Patagonia vivió una fiesta astronómica que, sin duda, marcará un antes y un después en el turismo local.
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