Escritora y poetisa, Flora Rodríguez Lofredo, otra vez puso su voz en el aire de LU12 como lo hizo durante su juventud, en el marco de los 80 años de la radio.

“A los 17 años había llegado una escuela de taquigrafía que era una sucursal de la Pitman de Buenos Aires y así fui a LU12. En un año me recibí de dactilógrafa”, recordó sobre la primera vez que piso la radio, en declaraciones al programa “En el Tintero” por Radio LU12 AM680.

“Un día llegó de visita a casa de mamá una prima nuestra y yo le hizo el comentario de que quería trabajar  y me dijo que me arregle y me llevó a la Broadcasting de la Patagonia de la calle Zapiola y pidió hablar con el director. Yo todavía tenía acento de España.  El director le dijo a mi prima que se vaya tranquila”, relató.

“Ahí empecé a trabajar, fue el periodo más hermoso de mi juventud. Comencé ordenando la discoteca, más tare recibía los mensajes para la edición de las 19:30, noticias para el campo y otros servicios a la comunidad, después empecé a trabajar en el control”, recordó.

“Cuando llegaba a las 8 de la mañana encendía el motor. Lo ponía en funcionamiento como si fuera una auto antiguo dándole manija. Muchas veces sus primeros estampidos me tiraron contra la pared, a medida que iban llegando mis compañeros encendíamos la gran estufa a leña que entibiaba el espacio. Eramos una gran familia. Increíblemente con lo poco que teníamos se conseguían programas fabulosos”, destacó Flora.

Sobre las primeras salidas al aire rememoró: “Cuando el locutor no llegaba en punto a las 9 de la mañana hablaba uno de nosotros. Abríamos el programa con palabras escritas y anunciábamos el primer tema que por lo general era folcklore y así le dábamos tiempo al locutor. En las novelas actuaban mujeres y hombres. No había efectos sonoros entonces todo lo hacíamos nosotros, el trote del caballo sobre la mesa, el ruido del mar en una palangana con agua, se inventaba todo”.

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