Un oyente de Radio LU12 AM680 envió una fotografía del cielo, mientras amanecía en un yacimiento hidrocarburífero de la Cuenca Austral en los alrededores de Río Gallegos.
La postal, muestra un intenso color rojizo, con una tonalidad más bien “bordó”, que hace resaltar los contornos de las nubes en el momento en el que el Sol apenas asomaba por la línea del horizonte.
Aunque la imagen es impresionante, hay que decir que los cielos Patagónicos y, particular los de la provincia de Santa Cruz, nos tienen acostumbrados a postales similares. No obstante, la intensidad del color en esta fotografía, sin dudas, la hacen una pieza única.

La postal del cielo rojizo en un yacimiento hidrocarburífero en las cercanías de Río Gallegos. FOTO: RADIO LU12 AM680
Por qué el cielo se pone de color rojo al amanecer
Los colores del cielo son el resultado de una mezcla entre la composición de la luz, la atmósfera y nuestra propia fisiología. Desde Isaac Newton es conocido que la luz es blanca y está formada por los colores del arco iris. Cuando tiene que atravesar la atmósfera interacciona con las partículas, se descompone y los colores se desperdigan en todas las direcciones. El azul se dispersa más que el resto dando al cielo un tono azul violeta. De hecho deberíamos verlo también violeta pero los conos, unas células fotosensibles que hay en la retina, son sensibles al azul y eliminan el violeta.
El cielo adquiere tono cálidos porque al atardecer o amanecer los rayos solares tienen que atravesar una parte de la atmósfera mayor y pierden el azul. Lo que llega a las nubes altas son los colores rojos y esos son los que se reflejan a nuestro ojo.
Qué significan los cielos rojos y naranjas
Los cielos anaranjados también ayudan a realizar pronósticos meteorológicos. La sabiduría popular los identifica con buen tiempo. Como la circulación en nuestras latitudes es del oeste hacia el este, cuando el sol se pone está iluminando desde el oeste y nos puede avanzar lo que pasará en las siguientes horas.
Si el atardecer es muy rojizo significa que hay muchos aerosoles, poca humedad y por tanto no debería llover a la mañana siguiente. No es una regla que se cumpla siempre. A veces se observan esos crepúsculos en un día de lluvia, sobre todo con una configuración de chubascos. Además, las nubes rojas indican que hay humedad en la troposfera, la capa baja de la atmósfera y esto puede ser síntoma de que se aproxima una borrasca desde el oeste.
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