En la mesa de la merienda de los argentinos los clásicos son las facturas, los buñuelos de azúcar, el pan tostado para untar, entre otros, pero en los últimos años, los scones comenzaron a formar parte de la rutina de muchos hogares. Los más comunes son los scones de queso, su preparación es muy simple y lleva pocos ingredientes.
Los scones son unos pancitos cuya receta es de origen escocés. Se sirven de queso y/o también dulces. En Escocia y zonas aledañas son típicos del desayuno o la merienda y se llevan al plato calentitos.
Los scones de queso caseros son muy versátiles porque les va muy bien el queso untable, la mermelada, incluso el dulce de leche. Si un scon de queso o dulce se parte en dos para formar tapas se puede armar un sanguchito de scone con fiambre. Con jamón crudo y queso untable es una delicia.
Su textura es similar a la de una galletita pero apenitas más blanda y, en general, se les da forma redonda de unos 6 centímetros de diámetro. En las confiterías y otros locales gastronómicos los sirven más grandes.
Con los ingredientes sobre la mesada de la cocina, para preparar scones de queso basta con encender el horno y seguir cinco simples pasos.
Receta scones de queso
Ingredientes
– Dos tazas de harina
– Cuatro cucharaditas polvo de hornear
– Media taza de queso rallado tipo parmesano, puede ser también en hebras.
– Un tercio de una taza de aceite o manteca
– Dos tercios de una taza de leche fresca
Preparación
1- Mezclar primero el aceite y la leche e incorporar en un recipiente la harina con el polvo de hornear y el queso rallado.
2- Con las manos mezclar hasta lograr una masa húmeda pero firme. Es importante que no quede seca.
3- Estirar la masa con los dedos -no usar palo de amasar- sobre la mesada hasta lograr un centímetro de espesor.
4- Cortarlo en círculos con un vaso o un molde y colocarlos en una fuente aceitada con unos centímetros de separación.
5- Llevarlos al horno precalentado unos 20 minutos.
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