¿Cómo prender un buen fuego para el asado?

Es una tradición gastronómica que nunca pasará de moda en la Argentina porque no solo es el paso clave para comer un rico asado sino que también forma parte de un ritual familiar, entre amigos o compañeros de trabajo. Encender el fuego en la parrilla antes de cocinar y degustar una picada en la previa es una de las actividades preferidas cuando se reúne un grupo.

Lo primero a tener en cuenta son los cuidados básicos para manipular el fuego. En este punto, lo más importante es estar atento en todo momento y evitar los descuidos. El o la persona que se encarga de encender la brasa sólo debe ocuparse de esa función.

Actualmente existen varias opciones de materiales para mantener prendido el fuego. Puede ser con leña o carbón. Y cada una de estas opciones tienen versiones de diferente calidad, aunque a veces manda el bolsillo.

Si hay espacio, lo mejor es trabajar con el encendido al costado de la parrilla. Algunas vienen con fogonero incorporado al lado y eso facilita el trabajo, ya que luego de que haya prendido la leña o el carbón se puede ir colocando debajo de la parrilla según sea necesario sin malgastarlo.

Para que encienda con facilidad lo mejor es juntar el carbón con algunos bollos de diario y unas maderitas (lo ideal son las de los cajones de la verdulería y que siempre son descartados una vez que se vende todo). Dejar algunos espacios para que entre un poco de aire.

Una vez que la llama alcance un tamaño adecuado viene el paso de avivar el fuego con cierta constancia. Es decir, darle aire con algún papel de diario que haya a mano. Si el procedimiento se hace al aire libre y corre algún viento, es probable que este paso no sea necesario.

Cuando los carbones o la leña comiencen a tomar un color rojizo es porque el fuego encendió bien y ya se puede pasar a limpiar la parrilla para otra etapa que genera grandes expectativas entre los invitados: poner la carne, las achuras, el pollo, las verduras, las pizzas o lo que indique el menú a cocinar. Cuando todo esté listo que nadie se olvide de ¡un aplauso para el asador!