La producción de frutillas en la Argentina está en plena temporada ya que entre septiembre y octubre concentra su mayor siembra. Desde el 60% y hasta el 70% de la cosecha se vende en esta época y las ciudades se llenan de sus versiones más grandes, brillantes y con un rojo inigualable. Esas características hacen de la mermelada de frutilla, un dulce riquísimo en esta época del año cuya preparación no requiere de muchos pasos, aunque sí de tiempo.
Pero antes un poco de historia. Los inventores de la mermelada en el mundo fueron los Antiguos Egipcios. Es decir, hace tres mil trescientos años ya se preparaban en los hogares confituras de fruta, hierbas y especias. Según cuentan los libros de historia gastronómica, fueron dulces muy populares.
En la Argentina, la frutilla ocupa un lugar especial por su abundancia y sabor pero también por su capacidad exportadora. Con aproximadamente 1.300 hectáreas sembradas y una producción de alrededor de 45.500 toneladas, este es el tercer país productor de frutillas de Sudamérica.
Las provincias con una importante superficie y producción de frutilla son Santa Fe, Tucumán, Buenos Aires, Jujuy y Corrientes. A la ciudad santafesina de San Jerónimo se la reconoce como “Capital Nacional de la Frutilla”.
Además de su aroma característico, la frutilla aporta una textura jugosa y tiene sabor dulce. Es una excelente fuente de vitamina C y manganeso, y con muy pocas calorías. Todos beneficios invaluables para una buena mermelada.
Mermelada casera de frutillas
Ingredientes
- 1 kilo de frutillas frescas
- 400 grs. de azúcar
- Jugo de 1 limón
Preparación
- Lavar muy bien las frutillas y sacarles el cabito y las hojas. Cortarlas en trozos.
- En una olla amplia y gruesa colocar las frutillas cortadas, el azúcar y el jugo de limón.
- Mezclar muy bien. Tapar con film y llevar a la heladera en lo posible toda la noche. Tiempo suficiente para que la fruta largue el jugo.
- Al otro día, cocinar las frutillas con su jugo 20 minutos a fuego fuerte. Cuando rompa el hervor bajar al mínimo. En la superficie debe formarse una espuma, ir retirando a medida que aparezca. Revolver cada tanto para que no se queme ni se pegue al fondo.
- Cocinar a fuego mínimo por 40-50 minutos hasta alcanzar el punto de mermelada.
Para darse cuenta: meter en el congelador un platito por unos 5 minutos. Sacarlo y sobre el mismo volcar una cucharada de la mermelada. Pasar una cuchara por el medio y si tarda en volver a unirse ya está lista. - Envasar en caliente en frascos limpios y esterilizados.
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