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La Asociación Ambiente Sur informó que culminó un año de trabajo en el cual continuaron los principales proyectos que desarrolla con logros y avances en la conservación de la estepa patagónica austral de Argentina y Chile, con el lanzamiento de la Agenda Binacional de conservación de la especie Chorlito ceniciento, los 20 años de  trabajo por el estuario del río Gallegos y acciones encaminadas a compatibilizar producción ganadera y conservación ambiental.

Germán Montero, director ejecutivo de Ambiente Sur.

Las acciones de conservación y sensibilización ambiental se realizaron en red en alianza con socios, instituciones del estado, no gubernamentales y ciudadanos comprometidos con el cuidado del ambiente. Desde la Asociación, señalaron que se trató de “un año de crisis que nos dejó aprendizajes hacia el interior de la organización” y resaltaron en ese contexto “el apoyo de la comunidad, de las organizaciones amigas y de aquellos que se comprometieron con nuestro trabajo”.

Agenda binacional

Al respecto, referentes de Ambiente Sur valoraron que “se sumaron más personas a compartir el trabajo que hacemos por la conservación, comprendiendo que se trata de una tarea que necesita financiamiento, por lo que hemos realizado diversas campañas para poder convocar esa colaboración”. Este año, la ONG pudo ampliar las acciones de conservación e investigación sobre la especie focal Chorlito ceniciento o Chorlo de Magallanes (Pluvianellus socialis), un ave migratoria patagónica categorizada como “Vulnerable”, que lleva adelante Ambiente Sur con el Centro de Rehabilitación de Aves Leñadura de Punta Arenas, Chile, desde 2021.

El Macá, uno de las aves más estudiadas y protegidas de los estuarios de la región.

En mayo se lanzó en Río Gallegos la Agenda Binacional para la conservación de la especie y sus ambientes asociados y posteriormente, a comienzos de este mes, se concretó   la   primera   sesión   informativa   del   Grupo   de   Trabajo   Binacional   para   la recuperación y conservación efectiva de este Chorlito gravemente amenazado.

Con el apoyo de Manomet Conservation Sciencies, Universidades regionales, ONGs y la participación de representantes de todos los niveles del estado de Argentina y Chile, 19 especialistas y  tomadores de   decisiones   definieron   estrategias   conjuntas   de conservación binacional y de financiamiento de este trabajo, conformando una amplia red de trabajo e investigación que permita evitar la extinción de la especie y conservar la estepa patagónica austral, uno de los ambientes más biodiversos del planeta.

La ONG pudo ampliar las acciones de conservación e investigación sobre la especie focal Chorlito ceniciento o Chorlo de Magallanes.

Asimismo, en  abril pasado,  desde  el Proyecto Pluvianellus  se  realizó  el   4° Censo Binacional de Chorlito ceniciento para monitorear la especie, registrar su distribución invernal y recolectar datos vitales para su conservación.

Veinte años

En noviembre de este año, Ambiente Sur celebró, junto a las instituciones pioneras del trabajo de conservación y protección del estuario del río Gallegos, los 20 años de la declaración de este ambiente como “Sitio de Importancia Internacional para las aves playeras” (2005), otorgado por la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (R.H.R.A.P.).

En 2025 Ambiente Sur y sus aliados lanzaron la-Agenda-Binacional por la conservación del Chorlito ceniciento.

Fueron   homenajeados   los   principales   iniciadores   de   este   camino   de conservación: los docentes investigadores de la UNPA-UARG Silvia Ferrari y Carlos Albrieu, el ornitólogo y Vicepresidente de Ambiente Sur, Santiago Imberti, el Lic. Germán Montero, Director Ejecutivo de la ONG y el Dr. Rob Clay, Director de la Oficina Ejecutiva de la R.H.R.A.P. Clay felicitó a todos los involucrados en la conservación del estuario y consideró este ciclo de 20 años como “muy importante para Río Gallegos y de mucho trabajo para conservar el sitio”.

Destacó que “éste fue el primer sitio en que se dio relevancia al Chorlo ceniciento, una especie endémica de Patagonia, única en el mundo y que no estaba en el radar para la conservación hasta ese momento. Fue un hito histórico pero fue el primer paso. Los esfuerzos que vienen después para mantener el sitio y para ponerlo en valor frente a la comunidad: ¡Ese es el gran logro a lo largo de estos 20 años! Cuando voy a Río Gallegos, me encanta ver a la comunidad disfrutando del estuario como parte de su identidad y en un ambiente sano no solo para las aves sino para todos”.

 

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