“Celebrar el Día del Canillita trabajando es lo mejor”

¡Feliz día! Este miércoles 7 de noviembre, los canillitas están de festejo en Argentina. En Río Gallegos, los “nuestros” del Grupo La Opinión Austral lo celebran en las calles, trabajando, en el lugar donde más les gusta estar: en contacto con nuestros lectores y los vecinos y vecinas de la ciudad.

Algunos de ellos fueron entrevistados en la previa de este día tan especial y dejaron sus sensaciones.

Uno fue Juan Carlos Nancuante. Tiene 46 años y hace aproximadamente 30 años es canillita.

Sobre la actualidad de su trabajo, dijo que “está todo muy tranquilo, dentro de todo se vende”. “Peleándola, como todos. Por suerte laburando, gracias a Dios, mientras el cuerpo acompañe”, contó.

Dijo que para él “andar en la calle es lindo” y trabajar “sin que nadie me dé órdenes”, pero que “depende los días”, ya que “a veces está complicado, por lo general se pasa viento y lluvia”.

Luis Antonio Bitterlich es otro de los históricos canillitas de la ciudad. Con 55 años, más de 25 los tiene vendiendo diarios. “Los últimos diez años constantemente”, asegura, al señalar con entusiasmo que “me encanta: me gusta la calle, un canillita no se puede quedar quieto en la calle”.

“Feliz. Celebrar el Día del Canillita trabajando es lo mejor”, dijo para cerrar.

Pedro Antonio Danterre, de 66 años, es otro de los conocidos en la ciudad. Todo aquel que quiera un diario cerca del hospital, se lo compra a él en su kiosco hace 28 años. “Gracias a Dios, hoy en día todavía se sigue vendiendo el diario. Por suerte aún estamos y seguimos apostando. Ojalá no se termine y no desaparezca”, manifestó.

Y… “Maceta”. Arturo Díaz, de 65 años, sin dudas es el más conocido canillita de Río Gallegos. Con más de 30 años en el rubro, le ha vendido La Opinión Austral a gran parte de la ciudad.

“No puede con su genio, se curó de su problema de salud y salió de nuevo a la calle”, dijo Jorge, su hermano, al hablar con LOA y recordar la dura lesión que tuvo en su pierna que lo tuvo mucho tiempo alejado “de las canchas”.

“Para comprender su libertad, hay que ser libre como él. Lo admiro por la voluntad que tiene de salir todos los días. Mi mamá le enseño a trabajar y él sigue haciéndolo”, remarcó.