Denuncias falsas: “Es bueno que la gente se ponga al tanto de algo que es tan triste”

Este sábado, la sala de reuniones del Hotel Patagonia fue el escenario en el que un gran número de vecinos se acercaron para conocer un flagelo que está creciendo: las denuncias falsas. Esta iniciativa contó con la presencia de, entre otros, la legisladora Lucía Montenegro.

Con un ligero retraso, pasadas las siete de la tarde, comenzó la jornada con la presentación de un video en el que docentes de todo el país habían sido denunciados falsamente. Entre ellos se encontraba el hermano de un joven maestro de El Calafate que, a mediados de este año, fue condenado a una pena de cinco años de prisión y que generó conmoción en la villa turística, ya que gran parte de la comunidad insiste en que el hombre es inocente.

El registro fílmico, reflejó la realidad de personas, tanto hombres como mujeres, que habían sido denunciados y que insisten en su inocencia. Luego, tres docentes se acercaron a sus instrumentos e interpretaron la canción “La casa del Sol Naciente“. Según explicaron, lo hicieron para ilustrar la angustia que atraviesan las personas que han sido víctimas de este tipo de delitos.

Además de la lectura de una carta referida a la temática por parte de Montenegro, entre las presentes estuvo Graciela Riquelme, madre de Facundo Díaz, víctima de este flagelo que, tras la jornada, habló con La Opinión Austral e indicó: “Fue un encuentro muy lindo, me encantó que viniera gente de todos los lugares de la provincia para conocer todo esto sobre las falsas denuncias y que nos pongan al tanto de todo lo que está pasando, lo cual es realmente triste.”

Respecto a la intervención de Montenegro, aseveró: “Lo que presentó la diputada fue otro de los muchos casos que conocemos bien. Los que estamos acompañando esto ya lo vivimos. Por eso, para nosotros, una falsa denuncia ya no es nada nuevo. Queremos que nuestros jueces empiecen a trabajar con conciencia, sabiendo que, al hacerlo, están acompañando una vida”, y agregó: “Tenemos que unirnos, tomarnos de la mano y decir: ‘Quiero un mundo mejor. Voy a aportar mi grano de arena en esto, y la justicia debe hacer lo suyo”.