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Rumbo a sus 30 años, la Biblioteca Popular Alberto Kunfi Quirós de Río Gallegos sigue ofreciendo servicios, desarrollando actividades culturales y promoviendo la lectura.
El fin de semana pasado, en la vereda de su sede, ubicada en Los Pozos 260, organizó una suelta de libros durante la cual se regalaron al menos 100 ejemplares.
“No es la primera vez que la hacemos al aire libre, el año pasado hicimos la suelta en la plaza San Martín y nos sorprendió la cantidad de gente que fue a buscar los libros, no habíamos avisado, era para el transeúnte, esta vez lo publicamos en las redes sociales y la convocatoria fue bastante buena“, señaló Mirena Barrientos, directora de la biblioteca, a La Opinión Austral.
En el mismo horario que se realizó la suelta de libros, festejaron el Día del Niño. “Fueron muchos chicos, estuvimos jugando, hicimos un poquito de todo, utilizamos el equipo que tenemos en la sala de entretenimiento del punto digital y merendamos”, comentó.
Si bien no era necesario, muchos vecinos que se llevaron libros colaboraron con productos de limpieza.
“Fue como un mimo, aparte de regalar libros, que hayan llegado con lavandina, desinfectante para el piso, estamos contentos porque se nota el cariño de los vecinos y la comunidad con nosotros”, valoró.
“La mayoría de los libros que se han llevado y hemos puesto a disposición de los vecinos era material de estudio, muchos manuales que son nuevos, pero que ya teníamos, nos llegan donaciones durante todo el año de muchísimo material, principalmente de estudio. A veces algunos vecinos nos escriben por redes para preguntar si tenemos algún manual de 5to o 6to grado para regalar, para que sus hijos practiquen en casa. En esta oportunidad decidimos sacarlos a la calle, había mucho material de Primaria, Secundaria y algunas novelas y libros de interés general que teníamos para regalar, se han llevado casi todo”, contó.
Adelantó que están organizando una nueva suelta de libros al aire libre, cuando las condiciones del tiempo lo permitan, posiblemente en la costanera o nuevamente en la plaza.
Barrientos comentó que este tipo de actividades es permanente. “Tenemos una caja de regalo al ingreso de la biblioteca, donde solemos ir dejando libros cada tanto. Hay vecinos que ya saben que tenemos algunos diccionarios que no tienen tapa, pero que son útiles, entonces los encuadernan, los arreglan y los usan para sus hijos. Nos gusta cooperar sabiendo que no todas las familias tienen la posibilidad de comprar un manual o un diccionario por los costos que tienen”, cerró.
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