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La carne es uno de los alimentos más consumidos y apreciados por los argentinos, pero también uno de los más afectados por la crisis económica y social que atraviesa el país. Los precios de algunos cortes ya alcanzan los $8000 el kilo, y la oferta es cada vez más limitada. Esto repercute en las carnicerías de barrio, que ven cómo se reduce su clientela y sus ganancias.

En el barrio Jorge Newbery de Río Gallegos, una de las carnicerías más tradicionales no tiene precios fijos hasta que llegue el camión con la mercadería.

“Subió ayer y hoy sube de nuevo. La tira de asado alcanza los diez mil pesos. No estamos pidiendo cordero porque la gente del barrio no compra y no queremos arriesgarnos a que se eche a perder. Ya no compran en cantidad, piden 5 milanesas o bifes por unidad“, cuenta el dueño.

FOTOS: FRANCO VELLIO/LA OPINIÓN AUSTRAL

Además, le preocupa la confusión que genera en la gente la diversidad de precios, la diferencia entre las grandes empresas que acceden a otros acuerdos y ellos que son una pyme. “Tienen más ventajas y nosotros tenemos que competir con eso. Tenemos miedo de tener que cerrar, cada vez bajan menos las ventas. Además, es un problema el pago electrónico porque nos consume un porcentaje de la venta“, explica.

En la calle Inmigrantes, otra carnicería se las arregla para mantenerse en pie. La venta de corderos viene bien, está bajando 10 o 12 por día, lo tiene a $5690 el kilo. Sin embargo, tiene problemas para conseguir otros cortes de carne vacuna.

“Pido en Buenos Aires, la última vez pedí 25 cajas de carne y me mandaron 9: faltó el peceto, el vacío, y el bife angosto. No sé qué voy a hacer si sigue así, la gente me reclama y yo no tengo qué ofrecerles”, dice el carnicero, que también prefiere no dar su nombre.

Esta carnicería también está esperando precios nuevos, que seguramente serán más altos que los actuales.

Precio de los cortes de carne en Río Gallegos

  • AGUJA: $5.600
  • ΒΟLΑ DE LOMO: $6500
  • PALETA: $6200
  • CUADRADA: $6.500
  • NALGA: $7.500
  • TORTUGA $4.800
  • BIFE ANGOSTO: $7.200
  • VACÍO: $7.500
  • ASADO: $7.900
  • CUADRIL: $7.500
  • COSTELETA: $6.900
  • COLITA: $7800
  • LOMO $8.900
  • PUCHERO: $4.900
  • FALDA: $4900
  • PICADA: $5.600
  • PECETO: $7800
  • CORDERO: $5.690
  • POLLO: $1.390
  • PATA MUSLO: $1,790
  • PECHUGA: $3.200

Ante este panorama, los consumidores buscan alternativas más económicas, como la carne de pollo o de cerdo, o reducen el consumo de carne en general. Las carnicerías de barrio, que dependen de la fidelidad de sus clientes y de la calidad de sus productos, sufren las consecuencias de una crisis que parece no tener fin.

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