Con la participación de vecinos del barrio El Faro y familiares de Dora Manchado, este sábado se inauguró una calle que lleva el nombre de quien fue una de las principales gestoras de la recuperación de la lengua tehuelche.
El acto tuvo lugar en la arteria ubicada entre las calles Treppo y Ramón Dopazo del barrio El Faro en Río Gallegos, donde su hija Silvana descubrió el cartel que señaliza la calle y también el que identifica a la plaza barrial “Naieshkke Ttalenk Tsh”, que significa “los niños están jugando” en lengua tehuelche.
Al respecto, el presidente de la Junta Vecinal Macá Tobiano, Mauricio Reyes, señaló a La Opinión Austral: “Cuando nos empezamos a organizar como Junta Vecinal surgió la idea, queríamos ponerles nombres que tengan un sentido de pertenencia con la historia de la provincia. Surgió la idea de dar al parque un nombre tehuelche que significara ‘Los niños están jugando’, le llevamos la inquietud al antropólogo Javier Domingo y pudimos tener el nombre”.
“El parque era un sueño colectivo del barrio. La falta de espacios verdes fue un poco lo que nos motivó a organizarnos como vecinos, lo pudimos hacer, hoy está totalmente forestado, tratamos de cuidarlo entre todos nosotros, faltan algunos juegos pero es un lugar muy importante para nosotros porque es donde los chicos se vinculan y generan sus primeras amistades”, indicó.
Dora nació en la comunidad tehuelche Camusu Aike en 1934 y aún era joven cuando migró para trabajar en diferentes estancias y en El Calafate. Ya en la década del ’60 se asentó en Río Gallegos. Nunca dejó de visitar el cañadón. El 4 de enero de 2019 falleció.
Sobre la jornada histórica de este sábado, Silvana expresó a La Opinión Austral: “Fue un día muy emocionante para nosotros, sabíamos que la comisión de la Junta Vecinal estaba trabajando hacía tres años en el proyecto para poner el nombre a la placita y, cuando se abrió la calle, para ponerle el nombre Dora Manchado. Llevó su tiempo pero es un día muy emocionante”.
La familia
Sobre su madre, quien fue vecina del barrio El Faro, recordó: “Era una persona muy abierta, le gustaba enseñar. Cuando le preguntaban por alguna palabra siempre estaba dispuesta, venía trabajando hacía un tiempito para la recuperación de la lengua tehuelche”.
Dora tuvo dos hijos, pero el varón falleció hace algunos años por lo que Silvana es hoy su única descendiente directa, además dejó 10 nietos y siete bisnietos.
“Siempre hablábamos, cuando me pedía que le compre algo o la lleve a algún lugar, lo hacía en la lengua, es algo que se transmitió. Sus nietos también saben algunas palabras en lengua tehuelche. El legado va pasando, a los nietos, a los bisnietos, va quedando, estamos presentes”, cerró Silvana.
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