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Desde este martes y hasta el viernes, inclusive, el Aeropuerto Piloto Civil Norberto Fernández de Río Gallegos, estará cerrado.

Aeropuertos Argentina indicó, a través de un comunicado, que la empresa que administra la mayoría de los aeropuertos del país ejecutará obras de bacheo en asfalto sobre la pista principal, así como reparaciones en hormigón en la cabecera 7 y en las calles de rodaje Bravo y Alfa. Los trabajos incluyen también el sellado de juntas y fisuras y la renovación completa de la señalización horizontal.

La programación de estas obras durante enero, explicaron, responde a dos factores estratégicos: aprovechar las condiciones climáticas óptimas para el fraguado de materiales y evitar interrupciones imprevistas durante el invierno, cuando el mantenimiento resulta más complejo por las condiciones meteorológicas.

El proyecto fue coordinado con todos los actores relevantes del sector: el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA), la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) y las aerolíneas que operan en la terminal.

De esta manera, los pasajeros con vuelos programados durante el período de cierre deben contactar a la aerolínea en la que adquirieron el pasaje para gestionar la reprogramación. Sin embargo, esto no ha sido tan sencillo y muchos viajeros han tenido dificultades para regresar teniendo que adelantar su vuelta o incluso, pagar por el cambio de pasaje.

Aprovechando el valor de los pasajes, ida y vuelta, por menos de 300 mil pesos para una persona, Daiana compró los boletos para viajar a Ciudad de Buenos Aires a mediados de enero.

“Me llegó un correo electrónico que decía que entrando a la aplicación o a la pagina web se podía hacer el cambio. Entré, te daba para elegir y cuando aceptabas, te salía el precio que te cobra por cambiar un pasaje cuando supuestamente no debía tener costo”, contó a La Opinión Austral.

El cambio de pasaje para ella y su hermana superaba el millón de pesos. Luego de varios intentos en la aplicación, decidió buscar una sucursal de Aerolíneas y finalmente tuvo que ir hasta Aeroparque, donde le pudieron cambiar el pasaje de vuelta sin costo.

Con poca disponibilidad de lugares, una alternativa era llegar hasta El Calafate y otra, presentarse en el aeropuerto a ver si se desocupaban asientos, lo que finalmente eligieron teniendo que cortar sus vacaciones y logrando regresar antes de lo previsto.

En este sentido, lamentó: “Hay poca información, mandé mensaje por WhatsApp y como es automático no hay solución, llamás y nadie atiende“.

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