Tras años de esfuerzo y trabajo mancomunado, el sábado 8 de julio se abrirán las puertas de la Iglesia del barrio San Benito. A partir de las 15 horas, los vecinos de este sector de Río Gallegos podrán ingresar al edificio religioso ubicado entre las calles 22 y 13.

Asimismo, esta inauguración se complementará con otro emotivo evento: la despedida de Jorge García Cuerva, quien asumirá próximamente como Arzobispo de Buenos Aires. El monseñor presidirá una misa de acción de gracias, invitando a rezar para que el nuevo diocesano llegue pronto, y bendecirá la nueva iglesia.

“Va a haber mate cocido y tortafritas para todos y seguro se realizará algún baile folclórico o alguna presentación de la orquesta del barrio. Venimos hace años con esto, pero fue un poco precipitado porque el obispa ya se iba”, dijo a un móvil de La Opinión Austral la hermana Estela.

No es casualidad que estos dos sucesos se desarrollen de forma simultánea, ya que el sueño del padre Juan Barrios y de muchas personas que residen en la periferia de la capital santacruceña fue posible gracias a la labor de García Cuerva.

Luego de una reunión que mantuvo con el papa Francisco, pudo conseguir los fondos para finalizar la obra que si bien había comenzado “a todo pulmón” y logró sumar donaciones y ayudas estatales, fue paralizada en 2013 tras el fallecimiento del padre Juan.

La emoción de vecinas del barrio San Benito

De cara a estos importantes acontecimientos que tendrán lugar en el populoso barrio, La Opinión Austral conversó con integrantes de la comunidad de la Capilla San Benito.

“Al ver la obra terminada siento una emoción terrible porque todo lo que tenemos es muy artesanal, 20 años sin gas, sin agua y sin luz, hacen que tengamos que remarla”, dijo con lágrimas en los ojos Gladis, quien pudo atestiguar el proceso de construcción de un lugar que brega por la fe y la contención vecinal.

“Cuando vine me encontré con que no había calles y era todo una pampa, solo había un caminito para ovejas. En un principio, dábamos la misa al aire libre porque no teníamos nada, tal vez alguna chacra nos prestaba reparo pero en general teníamos por techo al cielo, por piso a la escarcha y por paredes al viento”, comentó.

A su vez, rememoró los esfuerzos del padre Juan para brindar un espacio religioso a los habitantes del San Benito. “El 16 de octubre de 2002 habían dicho que ya estaba la iglesia, vine y me encontré con un pequeño tráiler y ahí comenzó a andar. Éramos solo 10 personas, 3 grandes y 7 chiquitos”.

Y resaltó: “La generosidad del padre Juan era tan grande que todo el mundo lo conocía y traía cosas. Después se nos prendió fuego la capilla y tuvimos que volver a empezar, pero con el paso de los años pudimos llegar a esto tan maravillo con la ayuda de la comunidad, del santo padre y del obispo”.

Otra de las vecinas que expresó su felicidad por esta inauguración fue Lourdes: “Es una gran bendición poder tener al fin este lugar que hemos esperado por mucho tiempo. Hay un grupo muy grande de personas que aportaron a esto”, manifestó.

A su vez, adelantó que ya se planifican nueva actividades en la iglesia, tales como “dar clases de apoyo o hacer masa para pizza y venderla para recaudar fondos”.

“Las iglesias de Río Gallegos han aportado de todo para que este proyecto saliera adelante”

La hermana Estela también recordó su llegada al San Benito en 2021: “En ese entonces, para que las primeras comuniones se vieran lindas poníamos una alfombra arriba de los escombros y telas. El trabajo de la comunidad es admirable”, señaló.

En ese sentido, subrayó que “los vecinos se han bancado el frío y la tierra, y hace tres años que veníamos buscando poder terminar la iglesia junto al obispo”.

Aclaró, igualmente, que este proyecto pudo concretarse gracias a las iglesias de Río Gallegos que “han aportado de todo para que saliera adelante”, desde los bancos, hasta lo que es el altar, la cruz y el sagrario.

“Nosotros tenemos muchas actividades, está la catequesis, la primera comunión y la confirmación. También ex alumnas del Colegio María Auxiliadora tienen un oratorio en uno de los tráiler, y tenemos un espacio donde mujeres hacen cosas manuales y hablan de sus cosas”, detalló la hermana Estela.

Consultada sobre las emociones que le despierta la despedida del monseñor Jorge García Cuerva, indicó que “a pesar de que da tristeza porque ya no va a estar,  la idea es que podamos seguir caminando desde la mirada que nos regaló, el de una iglesia donde todos tenemos lugar”.

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