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En una jornada teñida de emoción, cultura y sentido de pertenencia, Río Gallegos se vistió de celeste y blanco para rendir homenaje a los hombres y mujeres que forjaron los primeros pasos de la patria. Con entrada libre y gratuita, vecinos y vecinas colmaron el Polideportivo del Atlético Boxing Club para participar de la Velada Patriótica.
Este sábado por la tarde, cuando el reloj marcaba las 18 horas, se dio inicio a una de las actividades culturales más esperadas por la comunidad de Río Gallegos: la Velada Patriótica organizada por la Municipalidad a través del área de Gestión Cultural. El escenario fue el Polideportivo del Atlético Boxing Club.
La propuesta artística central llevó por nombre “Eco Patriota“, una producción escénica que conjugó danza contemporánea, música en vivo y una cuidadosa puesta en escena que apeló tanto a la emoción como a la reflexión.
La participación artística fue tan amplia como diversa. Sobre el escenario se lucieron el Ballet de APPADI, la Escuela de Acrobacia Aérea Prana, los grupos Tango Mevak, Amakaik, Maymara Sur, la destacada intérprete Selene Valdez, el Ballet Contemporáneo La Querencia y los estudios de danzas de Marcela Rivero y Tango Ashara.
No faltó el folklore, emblema de nuestras raíces musicales. Grupos como Chacarera Bajo Cero, Contra Punto, Los NYCS y Sueño Andariego trajeron al escenario la fuerza del bombo legüero, la dulzura de la zamba y el color de la chacarera.
La medianoche marcó un momento de máxima emotividad. Con la interpretación del Himno Nacional Argentino, se renovó el compromiso colectivo con los valores patrios, en un silencio respetuoso que contrastó con la intensidad sonora del resto de la jornada.
Un concurso de empanadas argentinas aportó el sabor tradicional a la velada. Decenas de cocineras y cocineros locales desplegaron lo mejor de sus recetas en una competencia que fue también una excusa para revivir sabores familiares y compartir anécdotas de cocina. La gastronomía, una vez más, se posicionó como un vehículo de identidad y memoria cultural.
Complementando esta propuesta, carros gastronómicos instalados alrededor del polideportivo ofrecieron opciones variadas para todos los gustos.
La convocatoria superó todas las expectativas. Familias enteras, jóvenes, adultos mayores y turistas ocasionales se acercaron a compartir un momento que trasciende lo festivo: se trató, en esencia, de un ejercicio colectivo de memoria, un modo de volver a decir presente en la historia común de los argentinos
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