El invierno se hace sentir en todo el sur argentino. Las temperaturas bajo cero trajeron consigo escarcha e incluso precipitaciones de nieve a muchas localidades de la Patagonia.

Aunque estas condiciones climáticas pueden propiciar ambientes cautivantes, dignos de ser fotografiados, también generan adversidades para circular. Esta problemática no solo afecta a los conductores de vehículos e incluso a las aeronaves, sino a los ciudadanos que habitualmente caminan hacia sus trabajos o las viviendas de sus seres queridos.

En la ciudad de Río Gallegos, las veredas y calles se convirtieron en auténticas pistas de patinaje, lo que obliga a las personas a circular con suma precaución para evitar caídas u otros accidentes más graves. Por esta razón, además de abrigarse lo suficiente para resistir el frío polar, es sumamente necesario prestar especial atención al calzado que se utiliza para evitar desestabilizarse y caer al caminar sobre hielo.

Qué calzado usar para caminar en la escarcha

Es fundamental que utilices zapatos con suela antideslizante. Si esa suela presenta un diseño con hendiduras que aumenten su capacidad de adherencia, mucho mejor. Para condiciones extremas, que podrían darse en entornos rurales o de alta montaña, existen los clásicos crampones para botas o incluso “cadenas” para calzado, similares a las que se colocan en las ruedas de los vehículos, pero fabricadas con goma y pensadas para adaptarse a las botas o zapatillas deportivas de forma sencilla.

Otra ayuda para caminar por la escarcha es contar con un punto de apoyo extra como un bastón o stick de trekking. En ese caso, debes comprobar que cuenta con la debida protección para que no resbale. Si hay hielo, siempre es más seguro un stick, porque podrás clavarlo en la superficie helada.

Además, es importante portar ambos elementos correctamente. Si llevas un bastón en una superficie resbaladiza, nunca debes apoyar todo tu peso en él ni llevarlo demasiado adelantado respecto a tu cuerpo, porque en estas dos posibles situaciones el riesgo de resbalón es elevado.

Cómo caminar en la escarcha y no caerse en el intento

Debido a la nieve y la escarcha, la calle se convierte en una potencial y peligrosa pista de patinaje. Cualquier precaución es poca, e incluso debes considerar cambiar tu forma de caminar. Un consejo útil es imitar el andar de los pingüinos. En esta afirmación coinciden monitores de esquí, experimentados montañeros e incluso compañías aseguradoras.

Los pingüinos son el mejor ejemplo de cómo caminar sobre una superficie helada con la mayor seguridad posible

La explicación tiene lógica si analizamos nuestro movimiento al caminar. Al dar cada paso, nuestro peso está repartido entre ambas piernas. Al avanzar, inconscientemente, elevamos la que se adelanta apuntando ligeramente hacia arriba con los dedos de los pies. Al mismo tiempo, echamos el tronco mínimamente hacia atrás. Es algo que, en la marcha normal, resulta imperceptible, pero ocurre. Por unos microsegundos, nuestro cuerpo no está del todo recto y no mantenemos la perpendicularidad respecto al centro de gravedad.

En condiciones normales, no ocurre absolutamente nada, pero en una superficie tan resbaladiza como una placa de hielo, ese microsegundo de desequilibrio puede desestabilizarnos con las peores consecuencias.

Pasos lentos y muy cortos para incrementar la estabilidad, con el tronco lo más recto posible, algo a lo que ayuda mantener la cabeza ligeramente adelantada con la barbilla hacia abajo; manteniendo un sutil balanceo lateral y apoyando bien y en su totalidad la planta del pie que se adelanta. Para que lo veas claro: cuando des el paso, el talón de tu pierna adelantada y el hombro del mismo lado deben formar una perfecta línea vertical, para proporcionarte así el apoyo natural más firme y seguro

Más consejos para caminar en la escarcha

EN ESTA NOTA escarcha nieve

Leé más notas de La Opinión Austral