Este viernes, la Brigada Mecanizada XI del Ejército Argentino llevó a cabo la ceremonia de egreso de 45 nuevos soldados voluntarios que finalizaron el Núcleo de Instrucción Básico (NIB) para incorporarse a la fuerza armada.
El acto comenzó con un vistoso desfile militar en las instalaciones de la Guarnición de Río Gallegos, que contó con el acompañamiento de la Banda Militar “Combatientes del Atlántico Sur”. Tras marchar, los nuevos efectivos se dirigieron a la plaza de armas donde recibieron sus diplomas. La emotiva ceremonia contó con la presencia de los familiares y amigos de los nuevos soldados.
El móvil de La Opinión Austral estuvo presente en el lugar y pudo hablar con los flamantes efectivos del Ejército Argentino y sus familias.
“Me siento muy feliz. Fue una etapa muy buena y difícil. Estuvimos un par de meses, no se puede contar mucho, pero estuvo difícil, por eso estoy feliz“, contó el soldado López.
Por su parte, el soldado Eduardo García también se mostró emocionado y entusiasmado por esta nueva etapa en su vida.
“Mucha felicidad, orgullo, también un lindo sentimiento de tristeza por terminar este proceso. No voy a ver a más a varios de mis camaradas, a mis instructores, a los cabos y mis jefes de grupo”, comentó.

Y agregó: “Espero que no sea fácil, que me cueste, que sea la guardia más dura de mi camino, como dice la oración del soldado, para forjar un buen carácter“.
Por su parte, el flamante soldado Carlos Barría, contó a La Opinión Austral que viajó desde Río Turbio para incorporarse al Ejército Argentino en la capital santacruceña.

“Mucha felicidad. Todavía no puedo creer que soy soldado. Vengo de Río Turbio, un viaje de más de tres horas. Fue inesperado, pero estoy contento”, indicó
Respecto a sus aspiraciones a futuro, agregó: “Quiero seguir la carrera, seguir la Escuela y darle para adelante. Es muy intrigante lo que viene, pero lo que sea lo voy a dar todo”.
Carlos vino acompañado por toda su familia, que viajaron hasta Río Gallegos para acompañarlo en este emotivo momento.

“Estoy muy contento, feliz, no esperábamos que sea acá en Río Gallegos, pero estamos contentos. Viajamos ayer, estaba todo nevado, tardamos cinco horas en llegar, pero gracias a Dios llegamos todo bien“, explicó el padre de Carlos.
“En lo personal estoy feliz, porque era lo que él quería. De chiquito decía que quería ser soldado y estoy feliz porque es lo que le gusta”, concluyó.
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