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“El dibujo ha ido cambiando mucho en estos 50 años, y a pesar de ello, nunca estoy conforme con lo que hago”, dijo Francisco Solano López a La Opinión Austral el 3 de septiembre de 2005, en Río Gallegos.


Su visita tuvo lugar en el marco de la inauguración de una muestra retrospectiva homenaje conformada por 124 obras con diferentes guionistas que, tras exponerse una semana en la Sala Grumblat, más conocida como la sala de las columnas, del Complejo Cultural Santa Cruz, recorrió 11 localidades de la provincia.
“Es una satisfacción venir de visita a un lugar donde uno no se imagina que a la gente le interesa lo que le pasa a Juan Salvo“, expresó. La alegría del dibujante durante su visita se puede apreciar en las fotografías de aquél día que gentilmente cedió Pablo Baca a este medio, quien además contó cómo la amistad que nació en 2001 posibilitó que la muestra se concreta se y el dibujante de “El Eternauta” visitase la ciudad.
Con el estreno de la serie dirigida por Bruno Stagnaro (“Pizza, birra y faso” y “Okupas”) en la plataforma Netflix, la historia de Juan Salvo creada por Héctor Germán Oesterheld y dibujada por Solano López en los años cincuenta recobró vigencia. El furor por “El Eternauta” copó las redes sociales con imágenes de cómo serían diferentes ciudades bajo una invasión alienígena, entre ellas Río Gallegos con lugares como la Catedral, la Plaza San Martín yel Palacio Municipal cubiertos de nieve y con cascarudos invadiendo las calles.
A menos de una semana de su estreno, la serie llena de orgullo a millones de argentinos, recupera la historieta, desconocida por muchos, y refuerza la búsqueda de nietos apropiados en dictadura, ya que entre quienes vieron o verán la serie hay dos nietos de Oesterheld que aún no conocen su identidad.
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