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La División Cuartel Central de Bomberos vivió un episodio de tensión y emoción este miércoles tras recibir una llamada desesperada: un gatito estaba atrapado.
La autobomba (M-Prio. 290) partió de inmediato hacia calle Coirón al 2500 en la capital provincial. Al llegar, el personal se encontró con una escena complicada: el felino indefenso estaba atrapado entre dos muros de cemento.
Con herramientas manuales y mucha cautela, un equipo de cuatro bomberos, coordinado por la oficial subinspector Samanta Bazán y la oficial ayudante Priscila Torres, trabajó incansablemente. Cada golpe con la masa y cada movimiento fue pensado teniendo en cuenta la seguridad del pequeño animal
El rescate fue un éxito y el felino fue liberado sano y salvo. “Volvimos a la unidad con la satisfacción de haber salvado una vida, sin novedades en nuestro personal ni equipo”, señalaron desde Superintendencia.
Asimismo, agradecieron especialmente a María de los Ángeles Sosa y Claudio Valerio por dar aviso.
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